Ahora Flybondi se va de Bahía Blanca y está en duda la ‘revolución de los aviones’

Los conflictos por las aerolíneas “low cost” continúan su ruta en la Argentina. En este caso, ante la inminente retirada de la firma Flybondi de Bahía Blanca, región donde la empresa sostiene que debe hacerse a un lado debido a la “falta de rentabilidad”.

Tras la inminente retirada de Avianca de Argentina, anunciada en los últimos meses, esta nueva señal de Flybondi vuelve a complicar la mentada “revolución de los aviones” celebrada por el propio presidente Mauricio Macri, y que generó un profundo rechazo dentro de los sectores gremiales de la industria aeronáutica nacional.

“Luego de un análisis exhaustivo se definió preservar la sustentabilidad de la empresa, ya que no resulta viable su continuidad en términos económicos y comerciales”, anunció Flybondi en un comunicado, donde expresa su intención de retirarse de Bahía Blanca, lugar donde había sentado su base apenas un año y medio atrás, para conectar con el aeropuerto de El Palomar. Este último, además, también se ha visto en jaque por problemas judiciales.

“Es un aeropuerto sin logística, sin atención al pasajero, sin infraestructura, no disponía de un estudio ambiental. Una serie de cuestiones que no fueron pensadas por pensar estrictamente en la rentabilidad”, expresó Juan Pablo Mazzieri, vocero de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), uno de los sindicatos del sector que con más fuerza se ha pronunciado contra las políticas aerocomerciales del macrismo.

Las discusiones frente a la habilitación del predio de El Palomar han salpicado a la Administración Nacional de Aviación Civil, cuyo titular, Tomás Insausti, ahora se ve acorralado por la intervención del aeropuerto por la Corte Suprema ante las denuncias presentadas por vecinos de Hurlingham. Los rechazos a la habilitación de ese predio para los vuelos “low cost” llegaron a instancia judicial y crecen las versiones de una posible renuncia de Insausti, tal como sucedió con su antecesor, Juan Pedro Irigoin.

“Flybondi fue claramente beneficiada por ANAC con flexibilizaciones de todo tipo de controles, falta de seguimiento en sus vuelos. Que se retire la firma de Bahía Blanca es una clara consecuencia de este tipo de elementos. Un resultado de la imprevisión, falta de planificación, falta de objetivos a largo plazo. Los trabajadores son quienes pagan las consecuencias”, aseguró Mazzieri.

Sin ir más lejos, fue la propia jueza Martina Forns quien durante una inspección ocular en El Palomar, en enero de 2018, corroboró la falta de carteles de obra, falta de identificación de los obreros, dos polvorines llenos de armamento a metros de la pista, grandes obstáculos en la pista, entre otros inconvenientes.

Antes de manejar la aviación argentina, Insausti trabajó en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires durante la jefatura de Mauricio Macri. Desde 2011 y hasta 2015 se desempeñó en distintos cargos, siempre bajo la órbita del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, donde quedó vinculado a hechos controversiales, como el operativo represivo en el Hospital Borda en 2013 o un confuso incidente al querer entrar a los golpes en la Casa Rosada, también en 2013.

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