Comenzó el Carnaval Chico con el martes de Chaya

Hoy es Martes de Chaya, que con la marcada de casas, negocios, autos, todo lo adquirido y logrado en el último año, marca el fin del Carnaval Grande. Pero que nadie guarde el equipo carnestolendo, porque pasado el miércoles de ceniza arranca el Carnaval Chico, que termina el Domingo de Tentación con el entierro del Pujllay, que descansará hasta el año que viene.

El Martes de Chaya es día de agradecimiento a la madre tierra, para solicitarle una buena siembra y una buena cosecha. También se le agradece por las cosas nuevas que trajo el año: una casa, un vehículo, herramientas de trabajo…

Algunos sostienen que antes de enterrar al diablo el domingo próximo hay que darle de comer a la tierra para prepararla para la siembra y la cosecha posterior. Otros dicen que es un día para homenajear a la Pachamama por todo lo logrado y conseguido en el último año, desde lo material y espiritual.

En cualquier caso, este Martes de Chaya se prepara comida y se cava un hoyo donde se deposita comida, bebidas, hojas de coca, cigarrillos. Aquello que se vaya a chayar debe sahumarse primero, antes de cubrirlo de serpentinas, papel picado, talco, bebidas…

Después de darle de comer a la tierra, los participantes del ritual comparten el almuerzo.

El miércoles es día de descanso, para volver a arrancar el jueves con el Carnaval Chico, que cierra el domingo, esta vez sí, hasta el año que viene. La clausura de los festejos será en el mismo mojón donde se desenterró el diablo una semana antes.

El Pujllay volverá a su morada, saludado por los festejantes que bailan y cantan alrededor de una gran fogata alimentada con serpentinas, papel picado y todo tipo de elementos, incluidas prendas que hayan sido usadas durante los últimos días.

Depositado el diablito, la música se detiene, todos guardan silencio en medio de un clima de pena por el fin del tiempo de carnaval, que igual a todos y todas.