El Banco Central cambia su estrategia e intervendrá para contener el dólar 

El Banco Central lo hizo de nuevo. Cambió totalmente su programa monetario y cambiario en función de las necesidades políticas de contener el ritmo de devaluación. Esta mañana comunicó al mercado que empezará a intervenir por debajo del techo de la zona de no intervención de 51,45 pesos para evitar la volatilidad. Aumentó además de 150 a 250 millones de dólares el monto diario que venderá si el tipo de cambio supera ese valor. Se había especulado en los últimos días que el equipo económico había solicitado autorización al Fondo Monetario Internacional para modificar su estrategia con el dólar. El organismo a cargo de Christine Lagarde salió a respaldar la medida para frenar la presión de la divisa.

El anuncio del Central termina de dejar sin efecto el esquema de las bandas cambiarias aplicado en octubre. A partir de ahora no habrá ni piso ni techo para el tipo de cambio y la autoridad monetaria intervendrá a discreción. Esto sumado a tasas de interés del 72 por ciento genera un fuerte incentivo para reforzar el negocio de la bicicleta financiera. El mensaje del Central es simple: los inversores podrán aprovechar elevados rendimientos en pesos y luego dolarizarlos con un tipo de cambio quieto (por la venta de reservas de la autoridad monetaria). En las próximas horas se verá la reacción del mercado.

El resultado de la medida para contener la divisa en el corto plazo es difícil de predecir. El comportamiento de los inversores en las próximas horas será importante para observar la credibilidad de este anuncio. Pero lo que es seguro es que se trata de un anuncio insostenible. Inflación mensual de 4 por ciento. Tasas de interés en pesos por encima de ese porcentaje. Y dólar quieto es una combinación explosiva para cualquier económica.

“Dado el aumento de la volatilidad cambiaria observado en los últimos días, se debe reforzar el sesgo contractivo de la política monetaria interviniendo en el mercado cambiario para reducir más agresivamente la cantidad de pesos y de esta manera contribuir al adecuado funcionamiento de dicho mercado”, dijo el organismo a cargo de Guido Sandleris. “Estas intervenciones tendrán lugar tanto dentro de lo que se había definido hasta ahora como Zona de No Intervención como fuera de la misma”.

El resumen de las medidas anunciadas es el que sigue:

* El BCRA podrá realizar ventas de dólares aún si el tipo de cambio se ubicara por debajo de 51,45 pesos, cuyo monto y frecuencia dependerán de la dinámica del mercado.

* Si el tipo de cambio se ubicara por encima de 51,45 pesos, el BC incrementará de 150 a 250 millones de dólares el monto de la venta diaria estipulada hasta ahora.

* Se podrá determinar la realización de intervenciones adicionales para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad si lo considerase necesario.

¿Por qué el cambio?

La autoridad monetaria hace menos de un mes ya había modificado parte de su programa cambiario. Se había eliminado el piso de la banda cambiaria y el techo de la zona de no intervención había dejado de ajustarse mensualmente. Se lo fijo en 51,45 pesos hasta final de año. La apuesta en ese momento fue intentar calmar las expectativas de devaluación y darle una referencia al mercado de un dólar más estable. En el Central pensaban que todavía era posible con tasas de interés en pesos cada vez más elevadas convencer a los inversores de salir a vender divisas y generar por unos meses apreciación del tipo de cambio.

El resultado no fue el esperado. El anuncio fue contraproducente. El dólar en lugar de bajar empezó a acelerar su ritmo de aumento. En unos pocos días marcó una suba de más del 10 por ciento y se acercó al nuevo techo de la banda cambiaria. Los inversores no creen en las estrategias de la autoridad monetaria. Los antecedentes del organismo no son los mejores. En el último año modificó de manera reiteradas sus promesas.

La situación obligó a la autoridad monetaria a tomar otra medida para intentar calmar las expectativas de devaluación. Al no poder modificar las expectativas de los inversores, decidió ahora salir a intervenir directamente en la plaza cambiaria para mantener la divisa bajo control y tratar de calmar en el corto plazo la demanda por moneda extranjera. Para ello recibió una autorización del Fondo Monetario (entidad que hasta ahora se mostraba reacia a rifar las reservas internacionales para sostener el tipo de cambio). En las próximas semanas se verá cuántas divisas está dispuesto a sacrificar el Central para contener la devaluación. También se deberá seguir de cerca la reacción de los inversores de bonos en moneda extranjera. La promesa hasta ahora había sido que no se iban a usar reservas para sostener el tipo de cambio sino que se guardaban para cubrir los pagos de deuda.

Página/12

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