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Ferreyra reveló que renunció al Registro Civil por pedido del ministro de Gobierno 

Julio Ferreyra presentó su renuncia como director del Registro Civil a pedido del ministro de Gobierno, Agustín Perassi, luego de haberse generado un conflicto con el SAME por el uso de los espacios disponibles en el predio de la ex terminal de ómnibus. Allí funcionaba hasta ahora un Centro de Documentación Rápida (CDR) que Ferreyra pretendió defender. Pero lo renunciaron.

Esta mañana temprano asumió su reemplazante, Octavio Rivas, hermano del diputado provincial Luciano Rivas. El nuevo funcionario no mantuvo aún contacto con la prensa. Sí lo hizo Ferreyra.

«Nos hubiera gustado que el gobierno se pusiera del lado nuestro y nos permitiera quedarnos, pero no fue así. Ayer me pidieron la renuncia, y como corresponde la presenté», relató Ferreyra a El Submarino Radio (91.5). 

«Yo defendí una posición que sabía que iba a perdedor pero que tenía que defender», comentó, y agregó: «Desde siempre para mí el ciudadano está por encima de todo, y yo siempre defendí el interés de los ciudadanos».

Sobre el conflicto puntual que se suscitó con el SAME y terminó con su renuncia, el ahora exfuncionario dijo que el CDR de la vieja terminal era «un lugar impecable, con una sala e espera confortable», y remarcó que la ubicación era la mejor porque hay medios de movilidad para todos lados.

Señaló además que «la terminal es un predio inmenso, nosotros no le quitamos espacio a ellos, porque estábamos en una esquina». En este sentido, afirmó que «no había ningun impedimento» para que el Centro Rápido siga ahí y aseguró que «va a seguir sobrando lugar, porque el espacio del SAME es inmenso».

Recordó que cuando asumió al frente del Registro Civil «no había un peso ni para comprar papel», y repasó algunos de los logros alcanzados durante su gestión, como las sedes de Palpalá, Alto Comedero, Monterrico y el barrio de Cuyaya, esta última en construcción.

«La situación está totalmente saneada y queda un capital de 25 millones de pesos», describió, y completó: «Lo que me interesa es que el ciudadano sepa que le cuidamos el último centavo y por eso se pudo hacer lo que se hizo».

Ferreyra lamentó que, «más allá del dinero, el Centro Rápido era un servicio al ciudadano que hoy se pierde», y reflexionó: «Yo sabiendo que iba a perder, defendí el interés del ciudadano. Esa es la prioridad del funcionario, trabajar para el ciudadano, no para sí. Pero eso no se hizo».

-¿Habló con el gobernador?

-No, yo no hice nada. Y quiero creer que el ministro no actuó por sí.

-¿Cuál es su sensación ahora? 

-De injusticia. Pero en la política no siempre prima la cordura. Hay otros intereses. Pero la satisfacción que me llevo es que yo camino por toda la ciudad y no tengo ningún tipo de problema. Es una situación un poco dura perder el trabajo de la noche a la mañana. Pero el tiempo pasa, el agua corre.

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