La juventud: Objetivo estratégico del terrorismo de Estado

Por H.I.J.O.S. Jujuy

Se realizó la 23° audiencia en el marco del sexto juicio por crímenes de lesa humanidad en el Tribunal Oral Federal de San Salvador de Jujuy, sito en calle Senador Pérez 182. Atestiguaron Juan Toribio Giménez (ex preso político del departamento San Pedro.) Francisco Jara Sánchez, Bernardo Escalante y Carlos Ruiloba (todos ex presos políticos del Ingenio Ledesma).

La próxima audiencia será este próximo jueves 28 de febrero a las 8:30 hs. Declaran: Héctor Rodríguez, Luis Bermúdez, Mario Heriberto López y Renato Colautti.

Giménez quien fue detenido el 8 de mayo de 1975 por la policía de la provincia en colaboración con la gendarmería nacional. Fue trasladado a la comisaría N°24 del Ingenio Ledesma para luego ser llevado a la comisaría de la Esperanza y de ahí a la Unidad Regional N°9 de San Pedro de Jujuy.

Finalmente fue alojado en el penal de Gorriti, luego de un breve paso por la Central de Policía en San Salvador de Jujuy en donde lo “blanquean” pintándole los dedos, y registrando todos sus datos. A lo largo de todo el traslado sufrió distintos tipos de torturas por parte de sus captores, en especial del imputado José Américo Lezcano, llegando al punto de dejarlo inconsciente.

Luego, brindo testimonio Jara Sánchez, detenido el 1°de agosto del año 1976, cuando tenía solo 18 años de edad. La policía de la provincia lo secuestró en la vía pública, en la intersección de la Avenida 9 de Julio y Entre Ríos, luego fue trasladado a la comisaría N°24 del Ingenio Ledesma y posteriormente a la Unidad Regional N°9 de San Pedro. Tres días después es llevado al Centro Clandestino de Detención Comando Radioeléctrico en San Salvador de Jujuy y desde ahí lo llevan al Penal de Villa Gorriti, pabellón N°3. En los distintos Centros Clandestinos de Detención sufrió tratos crueles e inhumanos y reconoció por la voz a detenidos y desaparecidos.

También identificó los represores, ambos imputados en este juicio, José Américo Lezcano, comisario de la ciudad de Libertador General San Martín y Juan de la Cruz Kairuz, que trabajaba para la empresa Ledesma y se desempeñaba en la Comisaría N° 24 de dicha ciudad. El 17 de marzo de 1977 recupera la libertad después de haber sido trasladado y alojado en la Unidad N°9 de La Plata. Cuando lo liberaron, Sánchez no pudo seguir cursando sus estudios ni desarrollando su vida como lo hacía antes debido a un fuerte clima de “apartheid” que según su testimonio se vivía en toda la zona del ingenio Ledesma.

Posteriormente, Bernardo del Valle Escalante, pudo relatar con todo detalle el terror vivido a sus 17 años de edad cuando la madrugada del 20 de julio fuerzas conjuntas ingresaron al domicilio de sus padres y lo secuestraron, vendado y con las manos atadas, tras un breve paso por la comisaría de la localidad de Calilegüa.

Escalante fue llevado cautivo de forma clandestina a Guerrero donde sufrió múltiples tormentos, entre ellos, golpes y electrocuciones en todo su cuerpo. “Una noche escuchamos a los militares gritar: Ríos! Se escapa! Se escapa! Y a continuación sonaron varios disparos de ametralladora, con el tiempo supusimos que al que mataron fue al señor Suda (Salvador Cruz desaparecido), un hombre de Calilegüa que no sabía leer ni escribir. Nunca más lo escuchamos ni lo vimos”.  Bernardo, por su parte, sobrevivió a los abusos físicos sufridos en Guerrero y fue liberado nueve días después de su secuestro cuando fue trasladado a la central de policía en San Salvador de Jujuy.

Carlos José Ruiloba, ex preso político, cerró la rueda de declaraciones testimoniales indicando ante el tribunal que la noche de su detención fue apresado por personal de la policía de la provincia, vendado y esposado en el domicilio de sus padres tras lo cual es trasladado temporalmente a la comisaría de Calilegüa, una vez allí es llevado cautivo al centro de detención de Guerrero donde recibió golpes y demás tratos inhumanos.

El 4 de agosto de 1976 es llevado al penal de Gorriti, donde permanece privado de su libertad hasta que en octubre de ese mismo año cuando es trasladado a la Unidad Penal 9 de la ciudad de La Plata donde, el 21 de julio de 1977, recupera su libertad. Al momento de su detención, Ruiloba se encontraba estudiando agronomía en la Universidad Nacional de Tucumán, pudo retomar su formación recién en el año 1981, cuando ingresó a estudiar electromecánica en la ciudad de Córdoba.

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