El Submarino Jujuy Noticias de Jujuy, Argentina y el mundo
La colectiva feminista Ni Una Menos de Tilcara-Maimará se sumó al Paro 8M y protagonizó una asamblea en el Mercado Municipal tilcareño y luego marchó a la plaza central del pueblo, para expresar su repudio al ajuste, a la precarización laboral y la violencia machista. Luego de encuentro, se leyó un documento:
Documento Colectiva Feminista
Hablar del 8 de marzo es pensarnos mujeres y disidencias en este sistema patriarcal y capitalista. Es de aquí de donde surge la violencia, la desigualdad, la opresión, el machismo, la injusticia.
Nos pensamos en lo local, en la realidad de vivir en pueblos de la Quebrada de Humahuaca, pero también lo hacemos desde la realidad de nuestro país y de Latinoamérica.
Por eso este año, activamos una campaña para hablar de la violencia en el carnaval, con recomendaciones y animándonos a cuidarnos entre todes.
Y hoy nos sumamos al Paro feminista internacional y Plurinacional. Paramos: en las casas, en las ferias, en las fábricas, en las universidades y en todos los lugares de trabajo; en los barrios, en el campo y en las villas; en las economías populares y en los trabajos precarizados; en las calles y en las comunidades, en los hospitales y en las escuelas.
Paramos en el marco de las políticas neoliberales de Macri y Morales que desmantelan el Estado, generan desempleo, imponen ajuste y tarifazos, reprimen, ejercen violencia institucional, restringen el derecho a la información y la expresión. Porque las políticas neoliberales vulneran sistemáticamente nuestros derechos.
Este gobierno mezquina recursos y políticas públicas para hacer frente a la realidad de la violencia que se manifiesta en más de 40 femicidios en lo que va de 2019, acoso, violaciones grupales, transfemicidios, discriminación, disciplinamiento a las identidades trans, travestis y lesbianas.
El gobierno también es responsable de que no se implemente de manera efectiva la Ley de Educación Sexual Integral en todo el país y en todas las escuelas. El estado nos sigue empujando a la clandestinidad por eso exigimos la aprobación del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito que garantiza la soberanía sobre nuestros cuerpos. En el mes de enero asistimos al incumplimiento de la ley por parte del gobierno de Jujuy, cuando a una niña de 12 años se le negó la Interrupción Legal del Embarazo. Morales y Bohuid sentaron un horroroso precedente que se repitió en estos días en Tucumán. Exigimos que se respeten los Protocolos vigentes y que se garantice la ILE. No se puede asegurar derechos con funcionarios en ministerios y hospitales abiertamente antiderechos. Nos merecemos que en el sistema de salud nos atiendan sin que medien juicios de valor y creencias religiosas.
Las feministas organizadas en la Quebrada de Humahuaca nos solidarizamos con las trabajadoras de salud y educación que le ponen el cuerpo a los reclamos por condiciones dignas de trabajo tanto para ellas como para sus compañeras y compañeros. El feminismo reivindica la lucha por la educación y la salud pública. Nos preocupa que el Ministerio de Salud haya sido degradado a Secretaría. Y asimismo nos preocupa que falten mujeres y otras identidades no masculinas en los escenarios. Por esto apoyamos el Proyecto de Ley de Cupo Femenino en los escenarios que pide que se garantice un 30% de músicas en la programación de los festivales.
La vulnerabilidad de la que somos objetos afecta de manera particular a las mujeres pertenecientes a los pueblos originarios. Ni la tierra ni las mujeres somos territorios de conquista. Por eso solicitamos que cese la persecución a la comunidad Cueva del Inca. Nos solidarizamos con la Mesa de Salinas y Laguna de Guayatayoc en su lucha contra la megaminería contaminante. El extractivismo es saqueo de los recursos naturales y eso sólo trae más pobreza.
No hay ajuste sin represión. Por eso exigimos que el gobierno nacional y provincial deje de criminalizar la protesta y libere a todas las compañeras presas políticas.
Este 8M también paramos porque el trabajo que hacemos las mujeres en la casa (hacer la comida, cuidar a las y los hijos, las y los ancianos, limpiar, lavar, etc.) no es reconocido y no es pago. No nos conformamos con que “nos ayuden”. Necesitamos que el trabajo de la casa sea compartido por todes les integrantes de la familia.
Trabajamos en la casa y salimos a trabajar, pero lo hacemos en empleos precarizados, informales, mal pagos, trabajos relacionados con el turismo (personal de limpieza en hoteles u hospedajes, mozas o cocineras en restaurante o comedores, entre otros) que nos niegan acceso a obra social y jubilaciones, en donde se nos niega el mismo sueldo por igual trabajo que los hombres, en donde estar embarazadas es motivo para que nos echen del trabajo, en donde no se respeta la licencia por maternidad. Y decimos bien fuerte que si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras. El ajuste también es despido y explotación laboral.
Por todo esto salimos a la calle, nos juntamos, trabajamos, nos movemos. ¡Esta realidad no nos gusta y estamos decididas a cambiarla! Juntas, en colectiva vamos a transformarlo todo.
