Quejas a dos puntas: consumidores y mayoristas descreen del congelamiento de precios

“Es un negocio para los supermercados”, califican los mayoristas el lanzamiento de los precios “esenciales” congelados. “¿Cómo se controla un pacto de caballeros?”, plantean asociaciones de consumidores, que consideran que la canasta de productos es nutricionalmente incompleta porque no incluye carnes ni verduras.

Losm ayoristas plantean que los 64 productos del listado son de terceras marcas que las empresas proveedoras reflotaron a última hora y subieron sus precios en los últimos días. Por esta razón, analizan lanzar una campaña promocional para informar que en los mayoristas se consiguen mejores precios por los mismos productos o precios iguales por productos de primeras marcas. De todos modos, sólo los supermercados participan del congelamiento de precios en los próximos seis meses.

Según los últimos datos del Indec, en enero se produjo una caída del 10,5 por ciento en las ventas medidas en cantidades en los supermercados de todo el país. Fue la séptima baja al hilo y se espera que los números negativos hayan continuado en febrero y marzo. Un reciente relevamiento de la consultora Kantar Worldpanel analizó que las compras en el mayorista del consumidor promedio ya es más frecuente que en el hipermercado y se gasta un 35 por ciento más por acto de compra frente a los hiper. Resulta un 10 por ciento más barato que el supermercado y 6 por ciento abajo del hiper.

“Los canales de menor desembolso como autoservicios y almacenes, entre otros, son los únicos que crecieron en volumen el año pasado (un 5 por ciento en promedio) y la compra de productos ´a granel´ sigue ganando adeptos en las categorías básicas de cuidado del hogar”, detalla Kantar.

En el listado del acuerdo llama la atención la presencia de marcas de muy escasa penetración de mercado y bajo volumen de ventas mediante las cuales las empresas grandes dicen que van a cumplir con el abastecimiento. En algunos casos, los precios “congelados” están por encima de los valores actuales que muestra el promedio de los supermercados que surge de la web oficial Precios Claros.

Por ejemplo, los fideos marca “Regio” en Precios Claros están actualmente a 20,46 pesos, mientras que en la lista de Precios Cuidados aparecen a 21,28 pesos. También está el caso de la leche La Martona, de Mastellone, que cuesta 10 pesos más que La Armonía, que estaba antes en Precios Cuidados. En el caso del yogur bebible Ilolay, entre los “precios esenciales” está la versión de cartón, que cuesta 63 pesos, mientras que el de sachet cuesta 48 pesos actualmente en los supermercados.

Alberto Guida, titular de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, acusa al Gobierno de favorecer “un lobby tremendo de parte de los supermercados”. “Desde sus comienzos, esta Secretaría de Comercio estuvo alineada con los supermercados. No nos dan descuento de tarjetas de crédito ni las promociones de la Anses. Y la AFIP le pide todos los datos a la persona que gasta un peso en los mayoristas”, dice Guida. En cambio, los supermercados y el Gobierno acusan a los establecimientos mayoristas de alimentar el segmento informal del consumo masivo. “Hoy en día los productos del listado se consiguen más baratos en los mayoristas porque muchos sufrieron aumentos antes de entrar a la lista”, agrega. Los mayoristas no participan del congelamiento.

Listado incompleto 

Asociaciones de consumidores cuestionaron este jueves el anuncio de congelamiento de 64 productos de almacén que el Gobierno calificó como “esenciales” hasta las próximas elecciones. Las entidades consultadas por Página/12 consideraron que nutricionalmente el listado es incompleto, ya que no tiene carnes ni verduras. Para conseguir carne vacuna será necesario ir al Mercado Central, lo que deja afuera del programa a quienes estén lejos de ese ente concentrador ubicado en el Conurbano bonaerense.

Respecto de la convocatoria pública que realizó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, para que las asociaciones de consumidores colaboren controlando el cumplimiento de los acuerdos, los representantes aclararon que no cuentan con los recursos necesarios. “Además, ¿cómo se controla un ‘pacto de caballeros´, como lo llamaron?”, señaló a este diario el titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores (Adduc), Osvaldo Bassano.

Las entidades habían sido citadas el martes pasado, pero la reunión se suspendió para anunciar una serie de medidas de estímulo al consumo. En ese paquete se incluyó un listado de 64 bienes de almacén y se los convocó para el miércoles próximo a la reunión del consejo consultivo de la Dirección de Defensa al Consumidor. “Es una reunión habitual pero la coyuntura nos lleva a que se trate principalmente este tema”, señaló una dirigente de las entidades de consumidores.

La suspensión del martes derivó en que las entidades se enteraran por los medios del paquete de productos y de la convocatoria oficial a participar. “No tenemos capacidad ni nosotros ni ninguno de los asociados para ejercer ese relevamiento. Encima nos enteramos por televisión. Es una falta de respeto que nos enteremos así”, detalló Bassano.

Respecto del contenido de la cesta, insistió en que “nutricionalmente es incorrecto, porque no hay verduras, ni carnes ni productos saludables. Solo harinas y arroces. Ah! Y vino y cerveza. Es decir, fideos, galletitas, vino y cerveza. ¿Para quién apunta esta canasta? Con estos anuncios se ha transgredido todo nivel moral”, se explayó el líder de Adduc.

Respecto de los controles, se manifestó escéptico: “Lo que tenemos que controlar es un acuerdo de caballeros. El mismo pacto de caballeros que hubo con las empresas hace dos años para frenar los despidos en el sector privado”, recordó, en tono irónico, Bassano. También rechazó la posibilidad de que se modifique por decreto la Ley de Lealtad Comercial para controlar los aumentos.

A Polino le parece bien la convocatoria, aunque tarde, después de que se anunciara el paquete de medidas. “Podemos colaborar, pero el control es una tarea primordial de las áreas públicas en coordinación con distintas áreas provinciales para abarcar la totalidad del territorio del país. Eso no lo podemos hacer las entidades, que no tenemos los recursos humanos y tecnológicos necesarios”, explicó el director de Consumidores Libres.

En referencia a la canasta de productos, coincidió en remarcar la ausencia de “carne vacuna, pollo y cerdo o pescado”. “No hay frutas y verduras. El consumidor que tiene que comprar asado o matambre, tiene que ir al Mercado Central. No todos pueden trasladarse allí”, agregó.

De acuerdo con el relevamiento de la entidad, en la primera quincena de abril los precios de una canasta de 40 productos de primera necesidad  aumentaron en promedio 3,35 por ciento y acumula desde enero un alza 16,71 por ciento, casi triplicando la cifra de igual período del año pasado (6,78 por ciento). “Estos acuerdos pueden ser cumplibles por 180 días, pero el Ejecutivo tiene que adoptar algunas medidas para bajar la inflación de costos, con el precio del gas, luz y combustibles”, dijo el titular de Consumidores Libres.

Claudio Boada, de Unión de Usuarios y Consumidores, afirmó que le generó mucha tristeza el anuncio por lo ineficaz y descuidado para contener una situación social tan grave. “Seguro podemos participar como asociación, pero no como dispositivo de control. El martes había una reunión para hablar de estos temas e intuyo que no tuvieron un interlocutor de asociaciones que bancara el anuncio. Por eso la terminaron suspendiendo”, opinó.

Sandra González, presidenta de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), aclaró que las entidades de consumidores “siempre monitorean, en la medida en que nos dejan hacerlo”. “En varias oportunidades hemos transmitido a la Secretaria de Comercio todo lo que nos llegaba, como el faltante de leche”, comentó y coincidió en que “el control de policía es pura y exclusivo del Estado”.

Respecto del contenido de la canasta, se manifestó comprensiva. “Es lo que se pudo acordar”, sostuvo. “Me gustaría que haya un montón de cosas. Tal vez más adelante se pueda acordar otra cosa. Es muy difícil hoy mantener el consumo y todos sabemos que en la Argentina hay una mala alimentación”, se esperanzó González. También manifestó las dificultades para el acceso a carnes en el Mercado Central: “No todos pueden llegar”, concluyó.

Con Página/12

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