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Como “una situación bastante comprometida” describió el infectólogo Gabriel Echenique en diálogo con El Submarino, consultado sobre la mayor cantidad de infectados con el virus del VIH, sobre todo en adolescentes. Llamó la atención sobre las conductas de riesgo, porque “la mayoría tienen el contacto estando alcoholizados” y sobre la importancia del rol de los padres.
La cantidad de infectados con el virus de VIH en jujuy se triplicó en los últimos tiempos, según se desprende de las atenciones y diagnósticos en el Instituto de Seguros, detalló Echenique, y agregó que en años anteriores se estaban confirmando entre 10 y 12 casos por año, mientras que en lo que va de este año ese número ya está cerca de 40 diagnósticos positivos.
“La alarma surge porque en los últimos ocho meses hay la misma cantidad de casos que en los cuatro años anteriores, con un aumento importante en la casuística en adolescentes”, precisó Echenique, y agregó: “Estamos viendo un aumento bastante importante, y la semana pasada notifiqué a tres más”.
Desde el año 2004 se viene registrando un aumento de la cantidad de adolescentes con VIH en relación al total de infectados, que pasó del 4 al 16 por ciento. “Eso se mantuvo más o menos estable, pero ahora vemos un incremento”, dijo.
Ante esta situación, el Instituto de Seguros de Jujuy comenzó una campaña de concientización en colegios que consiste en charlas de prevención que están a cargo de Echenique, quien se desempeña en el servicio de Infectología del Hospital San Roque.
A pesar de las campañas permanentes, los jóvenes parecen haber quedado desprotegidos. Echenique relata que entre sus pacientes con BIH más jóvenes hay una adolescente de 17 años que está embarazada.
En el caso de las embarazadas infectadas con VIH, explicó que en la semana 12 de gestación se comienza el tratamiento con el antirretroviral, para frenar la acción del virus, lo que permite que la gran mayoría de los niños no presenta infección al nacer. “Cerca del 30 por ciento de las embarazadas con VIH que no reciben tratamiento tienen bebés infectados con el virus, mientras que cuando se realiza el tratamiento, el pasaje del virus de la madre al niño ocurre solo en menos del uno por ciento de los casos”, detalló.
“Hasta ahora, de las pacientes que hemos tenido en esta situación, no han nacido bebés con VIH. Por eso es importante la detección y la atención temprana”, dijo.
Cuando nace un bebé con el virus, ya sea porque la madre no fue controlada durante el embarazo, se lo deriva inmediatamente a Neonatología y luego al Hospital de Niños para iniciar de inmediato el tratamiento con medicación antirretroviral por jarabe, que es de por vida.
Respecto del tratamiento que reciben los pacientes infectados con VIH, explicó que mediante el Programa Nacional de Sida tanto los análisis periódicos como los medicamentos retrovirales son completamente gratuitos y están garantizados por el sistema público de salud. “Para las obras sociales es complicado, porque son drogas caras, pero igualmente no estamos teniendo ningún problema”, precisó.
Las conductas de riesgo y las ETS
También aumentó la cantidad de afectados por otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), como gonorrea, sífilis, hepatitis B y VPH.
Respecto de esas otras ETS, indicó que “se está viendo muchísima sífilis, que antes no se veía”, y precisó que en este momento está atendiendo a ocho adolescentes por esa afección, de los cuales dos dieron positivos en el test de VIH. “Entonces, estamos hablando de una situación bastante comprometida de la población jujeña adolescente”, advirtió.
“Esto no depende solo de cómo encaremos esta situación los médicos, el hospital y el Ministerio de Salud, sino que tienen mucho que ver los padres ‒señaló‒, porque el cien por ciento de los pacientes que consultan por una patología infecciosa de transmisión sexual, como una gonorrea o una sífilis, por lo general, cuando han tenido el contacto de riesgo estaban alcoholizados”.
Por lo tanto, concluyó el médico, “esto no está viniendo solo sino que viene de la mano de conductas de riesgo, porque ya no se habla de grupos de riesgo, sino de conductas”. En ese sentido, destacó el papel que deben cumplir los padres en la crianza de sus hijos. “Después en el consultorio vienen los llantos, los reproches de por qué los chicos van al boliche a los 14 años, vuelven a su casa alcoholizados, chicos de 15 años, y no pasa nada”, describió.
“Por supuesto que no estoy generalizando”, aclaró Echenique, aunque admitió que esa es la situación que en general se ve en los pacientes jóvenes que están tratando.
La gonorrea, explicó Echenique, es una ETS que se manifiesta con una secreción verdosa, que es mucho más evidente en el aparato sexual masculino que en el femenino. “Aparece después de dos a tres días de incubación, por eso es que nosotros vemos a los pacientes los lunes y los martes, que han tenido los contactos el viernes y el sábado, que es generalmente cuando concurren a los boliches y hay alcohol de por medio”, expresó.
Ante la confirmación del diagnóstico, se inicia de inmediato el tratamiento, que consiste en la aplicación de un antibiótico inyectable más una medicación oral, y se cita al paciente para que vuelva a la semana.
En el caso de la sífilis, el período de incubación es más prolongado, de unas cuatro semanas, y se manifiesta mediante una lesión, como una pequeña lastimadura en los genitales. “El problema es que no es dolorosa, por lo que a veces la persona no le da importancia”, advierte Echenique, y recuerda que “la enfermedad sigue su evolución, no se cura sola”.
Cuando hay una consulta ante la aparición de la lesión, se realizan los estudios para confirmar el diagnóstico. Si no la hay, suele aparecer en el marco de análisis que la gente se hace por otros motivos, ya sea por control periódico de su salud o por algún trámite que se lo exige, como por ejemplo el casamiento o el carnet sanitario.
