La familia de Carola Carretero espera la pena máxima para los acusados de su asesinato

Los cinco acusados del crimen de la gendarme Carola Carretero, ocurrido el 5 de marzo de 2005, se sientan desde hoy ante el tribunal que los juzgará. La joven apraeció colgada en el departamento que compartía con los acusados, y las pericias demostraron que había sido abusada y asesinada a golpes, y que la escena del crimen había sido alterada para que pareciera un suicidio. 

En la Sala de Audiencias del Tribunal en lo Criminal 2 se desarrollarán las audiencias el proceso que juzga a los exgendarmes Roberto Omar González, por ser el autor del “homicidio calificado por alevosía”; Cristian Ariel Monje, quien era el novio de la víctima, por partícipe secundario del homicidio; Diego Alberto Tapia y Agustín Ángel Castillo, por el delito de encubrimiento agravado, y Mario Antonio Olivares, por “falso testimonio”.

El Tribunal en lo Criminal 2 está integrado por Luis Ernesto Kamada como presidente de trámite, Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González. En la sala estarán también representantes del Programa Nacional de Antiimpunidad de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que apoyan a la familia de la víctima.

El Tribunal ha fijado la realización de audiencias diarias hasta el día viernes 17 del corriente mes inclusive, en cuyo transcurso declararán 28 testigos, entre ellos la madre de la víctima María del Valle Lazarte, médicos forenses del Poder Judicial y del Same, miembros de la Policía de la Provincia y de Gendarmería.

Como fiscal se desempeña Gustavo Almirón, y los defensores de los acusados son Sergio Cappiello (González); Ricardo Vittellini (Monje); Joaquín Campos (Tapia y Castillo), y Marta Ramos (Olivares). La querella será ejercida por Guillermo Vázquez en representación de la familia de la víctima, en tanto la Secretaría del Tribunal estará bajo la responsabilidad de Alejandro Castagna.

En la madrugada del 5 de marzo de 2005 se encontró el cuerpo sin vida de la joven Carola Elina Carretero en una casa del barrio Malvinas, en San Salvador. Estaba pendiendo del caño de la ducha, atado con un cinturón. En esa casa vivían varios camaradas de Carola, incluido su novio.

“Gracias a Dios podemos llegar a juicio, después de 10 años, un mes y cuatro días”, repasó María Lazarte, la madre de Carola. “Uno a veces pensaba que esto no iba a llegar nunca; ahora queremos que se dé la pena máxima a todos los imputados”, agregó.

Lazarte, en diálogo con El Submarino, criticó el papel desempeñado por la Gendarmería y de algunos miembros del Poder Judicial. “Muchos de los que van a estar como testigos deberían estar juzgados también, porque todos los que me vinieron a hablar daban otros datos de la hora en que falleció; es decir que tramaron todo, porque si mi hija murió a las 8 de la mañana no puede ser que yo me entere a las dos de la tarde”, repasó.