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De un total de 43 casos sospechosos de hantavirus en lo que va del año, ocho fueron confirmados. Y de estos, dos fueron fatales. Los otros seis permanecen internados, en situación estable y controlada. Así lo precisó a El Submarino Patricia Steren, directora de Epidemiología de la provincia, quien explicó que desde hace varios años se mantiene estable la prevalencia de la enfermedad en Jujuy.
Explicó que las dificultades para precisar el diagnóstico se centran en que la presencia del virus se manifiesta a través de un síndrome febril, por lo que es preciso realizar los estudios específicos para confirmar si se trata de hantavirus, dengue u otra patología.
“Cuando un médico tiene la sospecha, debe notificar a la Dirección de Epidemiología de la provincia, desde donde desarrollamos acciones de investigación”, describió la funcionaria.
Las dos muertes por hantavirus ocurrieron hace poco más de un mes, en San Salvador de Jujuy y El Piquete.
Steren aclaró que “cuando uno se cura de esta enfermedad, se cura completamente, a pesar de que es una enfermedad muy severa, porque hay un compromiso pulmonar importante”.
Recordó que “es una enfermedad de distribución mundial, no muy frecuente en comparación con enfermedades respiratorias, tiene una prevalencia muy naja, pero su mortalidad es bastante alta: roza un 20 o 70 por ciento, según el virus y el sector”.
Por esta alta mortalidad, es que el sistema público de salud trabaja activamente en su prevención y atención.
El contagio, nunca está de más repetirlo, se produce a través de las vías respiratorias, cuando la persona toma contacto con la orina del roedor. En otros casos, menos frecuentes, puede ocurrir que la persona sea mordida por el animal infectado. “Este es el motivo por el cual la enfermedad se da más en trabajadores rurales o en personas que están en el campo”, explicó.
Señaló también que el hantavirus son muchos virus y no uno solo, y cada uno tiene un portador especial. “El portador que más circula en nuestra provincia es el de zonas rurales; por lo tanto, tomamos contacto cuando invadimos el territorio del roedor sin tomar las precauciones necesarias”, indicó.
Las zonas de Jujuy más afectadas por la presencia del virus son Ledesma, Santa Bárbara, San Pedro, General Belgrano y Palpalá, es decir, las yungas.
La especialista explicó además que los roedores se contagian unos a otros, por lo que, entre ellos, es una enfermedad endémica. “Es decir que no se eliminan entre sí, sino que son portadoras crónicas, y además transmiten la enfermedad de la madre a la cría, por lo tanto es imposible evitar la endemia de la rata”, detalló.
Respecto de la evolución en los datos de prevalencia del hantavirus en Jujuy, precisó que hace varios años se mantiene estable, en unos 30 casos confirmados por año.
La funcionaria recordó que la Dirección de Epidemiología tiene su propio sitio web con toda la información sobre este y otros temas de salud, donde la población puede hacer consultas.
