Alberto Fernández y Cristina Kirchner almorzaron durante este sábado en Olivos en medio de la tensión cambiaria (corrida) que vive el país durante estos días. El encuentro duró tres horas aproximadamente y analizaron la posibilidad de realizar cambios en el Gabinete.
Tanto el presidente como su vice están buscando un mecanismo que permita enfrentar el aumento del dólar y del riesgo país.
El Gobierno prepara un plan de incentivos al campo para que liquide unos U$S20 mil millones y así revitalizar las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en un contexto crítico para la economía.
La vicepresidenta expresó su disconformidad ante la posibilidad de que se cree un dólar paralelo para que el campo liquide la soja.
Por su parte, también se dialogó sobre el viaje de Silvina Batakis a Washington para reunirse con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. Además, manifestaron que el Fondo Monetario Internacional no cambiará las propuestas para el país.
Tras la renuncia de Martín Guzmán, los encuentros y los llamados se volvieron más habituales. La salida del ministro de Economía sirvió al menos para el deshielo en el vínculo. Eso no significa que siempre haya acuerdos entre ambos. Las conversaciones a veces incluyen a Sergio Massa.
Alberto Fernández por ahora se resiste a hacer cirugía mayor dentro de su gobierno. Los cambios que hizo en las últimas semanas se limitaron al reemplazo de Silvina Batakis por Martín Guzmán.
Si bien algunas voces oficiales recomiendan designar un súper-ministro que genere expectativas de relanzamiento en la gestión, Fernández hasta ahora optó por evitar las modificaciones drásticas.
Este nuevo cara a cara se produce después de otra cumbre realizada el viernes en la Casa Rosada. Ahí, Alberto Fernández, Silvina Batakis, Miguel Pesce, Vilma Ibarra y Santiago Cafiero analizaron los pasos a seguir. Esta noche la ministra Batakis parte rumbo a Washington, donde se reunirá con la titular del FMI Kristalina Georgieva, entre otros encuentros que mantendrá. El objetivo de la gira es conseguir apoyo contante y sonante del gobierno de Joe Biden, accionista mayoritario en el Fondo Monetario.
El primero será el lunes con la propia Georgieva, con quien analizará algunos aspectos de la economía argentina y, sobre todo, el avance de las variables que forman parte de las metas que el Gobierno argentino se comprometió con el organismo internacional.
Ese mismo día, por la tarde, se verá las caras con Julie Koszack, subdirectora del Departamento del hemisferio occidental del FMI.
El tercer encuentro de Batakis está pautado con funcionarios del Tesoro de los Estados Unidos, y no se descarta que Janet Yellen, secretaria del organismo, forma parte de esa reunión.
Para Batakis, esta cita será clave ya que se buscará el apoyo del Tesoro en torno de la relación con el Fondo Monetario.