Dos personas fueron detenidas hoy en el marco de 23 allanamientos realizados ante una denuncia presentada por la Aduana en una causa por presunta fuga de divisas, por un monto estimado en, al menos, US$5,5 millones, que habrían ido a parar a bancos de Estados Unidos.
El monto en cuestión fue obtenido a valor oficial para ser utilizados en supuestas importaciones de bienes.
Las maniobras fraudulentas habrían sido realizadas por cinco empresas que simularon importaciones con documentación apócrifa con el objetivo de girar divisas a bancos radicados en Estados Unidos, sin ingresar ningún tipo de mercadería al país.
La Aduana solicitó la colaboración de la Financial Crimes Enforcement Network (FinCen) para que aporte información económico financiera de registros estadounidenses. “Estos datos son esenciales para dilucidar la maniobra en su totalidad, incluido el rulo financiero y el entramado de sociedades utilizadas”, señaló la Aduana en un comunicado.
La Dirección General de Aduanas, que encabeza Guillermo Michel, radicó la denuncia penal ante el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº 9 a cargo del juez Javier López Biscayart, subrogado por el juez Marcelo Aguinsky. La causa quedó caratulada como: “MINERBIT SA Y OTROS S / INF. LEY 22.415”, Nº 163/23.
A partir de la denuncia realizada por la Aduana, el Poder Judicial emitió 13 órdenes de presentación a entidades financieras, con el objetivo de obtener más información sobre los operadores de comercio exterior apuntados.
A la vez, se realizaron 23 allanamientos en las ciudades de Buenos Aires, San Isidro y en un estudio contable de la ciudad de Mar del Plata, en el que fueron detenidas dos personas.
Al respecto, Michel, en diálogo con la prensa, dijo que “estamos hablando de una asociación ilícita. Tenemos detenidos en el marco de este proceso a un contador y a un empleado infiel de un banco, que ofrecían estos servicios como falsos gestores para que empresas truchas se hicieran de dólares en el exterior, particularmente en cuentas en Miami”.
El funcionario, que informó que la investigación se realiza en forma conjunta con la Policía Federal, explicó que “son falsos importadores, carpetas truchas, que falsificaron las SIMIS (las anteriores herramientas para importar) con documentación trucha, con facturas truchas, para girar la plata al exterior y no importar nada”.
Por su parte, el comisario General a cargo de Delitos Federales, Carlos Ñamandú, dijo que la investigación se inició hace «seis meses y del estudio surgieron 23 allanamientos».
«Las órdenes de presentación involucran también a distintas entidades financieras y como en todo delito económico se secuestra la documentación para hacer el hilo del dinero», agregó el comisario durante un contacto con la prensa en el que también participó Michel.
En uno de los allanamientos, en la ciudad bonaerense de San Miguel, se secuestraron «cinco armas», acotó el jefe policial.
Respecto al monto total fugado a Estados Unidos, Ñamandú dijo que, hasta el momento, son US$5,5 millones pero “pero claramente esto continúa, el proceso es más largo”.
La investigación surgió luego que agentes especializados de la Dirección General de Aduanas pusieran la lupa en 9 declaraciones del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) -que estuvo vigente hasta el año pasado- que resultaron inexistentes.
El SIMI fue el anterior mecanismo utilizado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para monitorear las compras realizadas en el exterior.
A partir del arribo de Sergio Massa al ministerio de Economía en agosto del año pasado, el SIMI fue reemplazado por el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), con el objetivo de mejorar los controles y facilitar las operaciones de comercio exterior.
Al respecto, Michel señaló hoy que “esto era el viejo sistema SIMI; con el actual que implementó el ministro Massa, el sistema SIRA, donde hay un cruce de bases de datos al momento del giro, eso no ocurre”.
En ese sentido, agregó que “el SIMI evidentemente tenía algunos puntos débiles que son los que mejoramos a través del nuevo sistema de importaciones”.
Y concluyó: “Nuestra prioridad, la del ministro, la de todo el gobierno es que los dólares se destinen a la producción y al trabajo argentino y no a la especulación financiera”.