La casta vuelve a ganar en Jujuy

Por Tormenta del Ramal. Parecería impensable suponer una cosa así, sobre todo si se tiene en cuenta que para la mayoría de los votantes jujeños del nuevo presidente libertario su fuerza política representa un cambio rotundo de las personas y la forma tradicional de hacer política.

Sin embargo, a modo de echar algo de luz sobre el nebuloso panorama, porque quieran o no el cimbronazo de este 19 de noviembre arroja más dudas que certezas, tanto en vencedores como vencidos, es importante que nuestro lector entienda que si se lee entre líneas la realidad, un pequeño rayo de luz asoma y nos permitirá entender cómo es que en Jujuy al final gano aquella tan vapuleada casta.

Comencemos por entender que décadas de construcción política y sus mieles son algo a lo que muy pocos están dispuestos a renunciar y en consecuencia, la casta política jujeña vino preparándose, minuciosamente, para no largar nada y adaptarse a la nueva situación.

Ese escenario ayer proyectado que hoy es una realidad, es el gobierno de Javier Milei al que el radicalismo jujeño pretende amoldarse sin chistar, pensando obviamente en garantizar la gobernabilidad de Carlos Sadir. Acaban de ofrecer “cooperación republicana”.

“Hay mucho que perder y no estamos dispuestos” se le escuchó decir a un diputado radical los días previos al balotaje en una reunión secreta con el rivarolismo a quienes quieren, otra vez, como oposición política en la provincia.

Es que, para el radicalismo, por el fiel acompañamiento de este sector a los dos gobiernos de Gerardo Morales, son los indicados para seguir acompañando la gestión de Sadir. Además de que ven inviable algún tipo de acercamiento al moiseismo y otras ramas pejotistas.

Por esa razón, después de las PASO, los acuerdos entre ambas fuerzas se fueron afianzando primero alrededor de la aprobación de leyes para darle operatividad a la nueva Constitución provincial además de la que hace efectiva la eliminación del Tribunal de Cuentas para crear una Auditoría General de la Provincia. O la aprobación de la Ley Orgánica que le otorga facultades todopoderosas al Ministerio Público de la Acusación (MPA) quien hoy es el brazo ejecutor del gobierno provincial, en lo que tiene que ver con la criminalización de la protesta social y el armado de causas.

Acuerdo que se sellará definitivamente los próximos días con la aprobación del presupuesto 2024. “Ya todo está hablado” aseguraron fuentes radicales, incluso se sabe que acordaron no permitir la conformación de otro bloque justicialista y que Rivarola, quien asumirá en diciembre en cuenta de Facundo Figueroa Caballero, seguirá siendo presidente del Bloque Justicialista con todos los beneficios que conlleva ser la primera minoría.

Pero para que todo tenga un poco más de sustento, una solicitud explícita al rivarolismo es recuperar la conducción del Partido Justicialista, porque con un cada vez más reducido Bloque de Diputados no alcanza. Gestión que Rivarola tiene muy avanzada ante los órganos nacionales del Partido Justicialista a quienes solicita se deje sin efecto la intervención porque no se siguió el debido proceso. Y para sorpresa de unos y malestar de otros, la gestión estaría bastante encaminada.

Para que todo esto suceda, desde el principio, allá en las PASO, el rivarolismo participa activa y operativamente en asegurar el triunfo de La Libertad Avanza en Jujuy. De ahí la inacción de algunos intendentes y dirigentes en varios puntos de la provincia para con Massa y las negociaciones con los nuevos dirigentes libertarios que incluyó el préstamo de las organizaciones sociales rivarolistas para hacer campaña a cambio de interceder por planes y beneficios con el nuevo gobierno nacional.

Negociaciones que en los últimos días se filtraron, pero no se acertó en la verdadera razón. Que es que el bipartidismo se mantenga en la provincia con también la promesa de apoyo al nuevo gobierno nacional.

En todo esto Gerardo Morales tuvo que lavar culpas por los últimos devastadores errores de su autónoma gestión siendo la cara pública, o pantalla, de apoyo a la candidatura de Sergio Massa.

En esta línea, horas antes de la derrota de Unión por la Patria el rivarolismo ya tenía preparada una solicitada donde culpaba a Moisés y Snopek por el mal desempeño pejotista en Jujuy exigiéndole la devolución del Partido a su natural conductor, Ruben Armando Rivarola.

Como señalamos anteriormente las mieles son exquisitas como para dejar ir así que todo está dispuesto para que todo siga como siempre.