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Este domingo se celebran en Venezuela elecciones presidenciales en las que el actual mandatario Nicolás Maduro va por su tercer mandato. Su principal competidor es Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que agrupa a los partidos opositores de mayor peso.
El presidente Maduro, de 61 años, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), busca una segunda reelección para extender su mandato hasta 2030.
Los anteriores comicios, en los que el actual presidente fue reelecto con el 67,8% de los votos, se celebraron el 20 de mayo de 2018. Por la ausencia de participación de las principales fuerzas de oposición, que además denunciaron irregularidades, la legitimidad de esos comicios fue cuestionada por numerosos países latinoamericanos y europeos.
En esta oportunidad, la oposición a Maduro optó por una estrategia diferente, al consensuar la candidatura de Edmundo González Urrutia, ya que la principal figura opositora, Marina Corina Machado, líder del partido Vente, fue inhabilitada el año pasado para participar de los procesos electorales.
Urrutia, de 74 años, fue embajador en la Argentina entre 1998 y 2002, durante los gobiernos de Rafael Caldera y Hugo Chávez.
Maduro, como vicepresidente, asumió por primera vez la presidencia tres días después del fallecimiento de Hugo Chávez, en marzo de 2013. En ese momento, dirigentes de la oposición denunciaron que dicha acción no le correspondía a él sino al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Semanas más tarde Maduro fue proclamado presidente en las elecciones generales del 14 de abril y a partir de allí se mantendría en dos mandatos (2013-2019 y 2019-2025).
Si bien González Urrutia y Maduro, según encuestas, obtendrían el mayor número de votos, hay otros ocho candidatos: Antonio Ecarri (Alianza del Lápiz), Luis Eduardo Martínez (Acción Democrática, corriente judicializada de un partido históricamente opositor), José Brito (Primero Venezuela), Daniel Ceballos (Arepa), Enrique Márquez (Centrados), Claudio Fermín (Soluciones), Javier Bertucci (El Cambio) y Benjamín Rausseo (Independiente).
Los sondeos
Desde el lado de Maduro, afirman que »según todas las encuestas», el actual presidente lleva un 15% de ventaja sobre los demás candidatos, expresó Jorge Rodríguez, jefe del comando de campaña del chavismo.
Sin embargo, seis encuestas muestran a González Urrutia como favorito. Hercon consultores detalla una diferencia mayor al doble para la oposición, así como también lo hace Delphos.
También publicaron sus datos la empresa Atlas Intel, con un antecedente victorioso en Argentina, que ubica como ganadora a la oposición, pero con 52,7% ante un 45%, pronosticando un escenario más disputado que las mencionadas anteriormente.
Los electores
De acuerdo al Consejo Nacional Electoral (CNE), hay un total de 21.620.705 electores en Venezuela. De esa cifra deben restarse 228.241 extranjeros residentes en en el país, ya que en las presidenciales sólo pueden votar los nativos mayores de 18 años.
En Venezuela el voto no es obligatorio. Por esta razón, buena parte de las campañas de los principales candidatos se concentraron en lograr que sus seguidores vayan a emitir su sufragio este domingo.
De los más de 160 mil venezolanos que residen en la Argentina, solo 2638 están habilitados para votar.
Los observadores
Como en procesos electorales anteriores en Venezuela, habrá observadores electorales internacionales.
El gobierno de Maduro y los factores de oposición de la PUD alcanzaron un acuerdo en octubre de 2023, suscrito por las partes en Barbados, donde se comprometían con la ruta electoral, bajo una amplia observación internacional. En particular, se había señalado la presencia de una misión de la Unión Europea (UE), que no realiza una veeduría de elecciones presidenciales en Venezuela desde 2006.
Pese a ese acuerdo, el 29 de mayo de 2024 el CNE retiró la invitación a la delegación europea.
El 21 de junio de 2024, una comisión del Centro Carter de los Estados Unidos llegó a Caracas y confirmó el carácter “reducido” de su misión de observación de cara a los comicios del 28 de junio.
Entretanto, el 9 de julio arribó el “panel de expertos electorales” de Naciones Unidas, un equipo de 4 personas que harán veeduría, pero sin emitir ningún comunicado público y dando un reporte directa y exclusivamente al secretario general de la ONU, António Guterres.
El 24 de julio, a 4 días de las elecciones, el Tribunal Federal Electoral de Brasil decidió dejar sin efecto el envío a Caracas de una también pequeña misión, de 2 expertos. Esta medida se tomó en respuesta a la descalificación que hizo el presidente Nicolás Maduro, en un acto de campaña, de los sistemas electorales de Brasil y Colombia.
Ese mismo día se conoció que el CNE le retiró la invitación de acudir como veedor al ex presidente Alberto Fernández (Frente de Todos), quien la víspera se había alineado con las declaraciones del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de que si Maduro sale derrotado en las urnas, debería aceptarlo, como parte de las reglas democráticas.
Además, el senador de La Libertad Avanza Francisco Paoltroni (Formosa) y el diputado del PRO Francisco Bongiovanni (Santa Fe) que habían viajado a Venezuela para participar como veedores internacionales denunciaron en sus redes sociales que fueron deportados por el Gobierno venezolano.
