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La situación ambiental en Bolivia se torna crítica ante el registro de 23.748 focos de calor y ocho incendios forestales activos, especialmente en el departamento oriental de Santa Cruz.
Los focos de calor están distribuidos en siete de los nueve departamentos del país, con Santa Cruz liderando la lista con 21.284 focos. Otros departamentos afectados incluyen Beni (2386), Chuquisaca (35), La Paz (21), Cochabamba (11), Pando (10) y Tarija (1).
Para combatir esta creciente crisis, se han movilizado equipos de bomberos forestales al frente de los incendios en varios municipios cruceños como San Matías, Concepción, San Rafael, San Javier, El Puente, Roboré y San Ignacio de Velasco, así como en Magdalena, Beni.
Desde el inicio de la temporada de quemas en junio, el CCREA ha trabajado incansablemente, habiendo mitigado 32 incendios forestales y movilizado a 1,795 bomberos en varias operaciones, además de realizar descargas de agua que superan los 129.000 litros.
Sejas atribuyó parte del origen de estos focos de calor a las prácticas de ‘chaqueos’, quemas autorizadas realizadas en campos para preparar tierras para la agricultura y la crianza de ganado. Sin embargo, en muchos casos, estos fuegos se descontrolan, convirtiéndose en incendios devastadores y difíciles de extinguir. Asimismo, las autoridades han señalado que el mayor riesgo se presenta cerca de la carretera bioceánica, vital para la conexión entre Bolivia y Brasil, donde el fuego amenaza la seguridad vial.
Los incendios han afectado a numerosas especies de fauna silvestre, causando que activistas ambientales intervengan para rescatar y cuidar a los animales afectados.
La Gobernación de Santa Cruz ha comenzado a enviar ayuda humanitaria a las localidades que han sido declaradas en estado de desastre.
Entre los meses de julio y noviembre de 2023, se estima que más de 3.3 millones de hectáreas de bosques, matorrales y pastizales han sido consumidas por al menos 160 incendios forestales.
Al igual que el año pasado, en el que el humo contaminó las principales ciudades como Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, las autoridades implementaron medidas para proteger a la población de la contaminación.
Los años 2019 y 2022 fueron devastadores en Bolivia, registrando 5.305.512 hectáreas y 4.466.540 hectáreas quemadas.
