El gobierno les prometió a los policías detenidos que conservarán sus puestos de trabajo

«Van a volver a trabajar», se comprometió el recién asumido jefe de la Policía de la Provincia, Guillermo Corro, ante los familiares de los policías detenidos por los la irrupción ilegal en la Facultad de Agrarias. Junto al secretario de Seguridad, Miguel Singh, mantuvieron un improvisado diálogo en el portón de ingreso al Cuerpo de Radio Patrulla. 

Habrá sido una de las primeras afirmaciones de Corro en su nuevo cargo. Hacía un rato nomás que el ministro de Seguridad, Ekel Meyer, le había tomado juramento como jefe de la Policía. Mientras eso ocurría, familiares de los policías detenidos realizaban varias protestas: una en el Cuerpo de Radio Patrulla, en la exterminal de ómnibus; otra en el Departamento Central de la Policía, y una más en la plaza Belgrano, frente al Cabildo.

Eran esposas, padres, hermanos e hijos de policías. El reclamo estalló cuando el fiscal de Investigaciones Penales N° 4, Aldo Lozano, dispuso el domingo el arresto de efectivos policiales, imputados por «allanamiento ilegal, abuso de autoridad, privación ilegítima de la libertad agravada por apremios ilegales y vejaciones, y prolongación indebida de privación de la libertad». 

A pesar de la gravedad de los delitos, Singh aseguró que «se está trabajando para que se resuelva este conflicto de la forma más rápida posible», mientras que Corro, a su turno, afirmó que «se van a garantizar todos los derechos para que los compañeros que están detenidos no pierdan sus trabajos».

Lozano promovió acción penal pública y dispuso el arresto del personal policial y del Departamento Contravencional, como así también a efectivos de la Seccional 1ra., donde fueron llevados detenidos dos estudiantes de esa unidad académica en forma ilegal.

El exjefe y exsubjefe de la Policía provincial, Aldo Soles y Natalio Ruiz, fueron imputados por el supuesto delito de «incumplimiento de los deberes de funcionario público».