Las circunstancias de la muerte de Gladys Choque a manos de su expareja no pueden haber sido más aberrantes. Las pericias incluso confirmaron los detalles más escabrosos del accionar del femicida. Sin embargo, y a pesar de que la fiscalía y la querella habían pedido prisión perpetua, Ezequiel Vilte fue condenado a 15 años de cárcel por homicidio simple. De este modo, el Tribunal en lo Criminal N° 2 desechó la calificación inicial de la causa, que había llegado a juicio bajo la acusación de homicidio agravado por femicidio.
La condena provocó el rechazo de los familiares, por las trágicas circunstancias en las que Vilte mató a Gladys Choque. El hecho ocurrió el 17 de marzo del 2017, cerca de las 7 de la mañana, cuando Vilte entró a la casa de Gladys Beatriz Choque, ubicada en el barrio 17 de agosto de San Pedro de Jujuy, donde ella vivía con su hija.
Tras abusar sexualmente de Gladys -lo que fue comprobado en las pericias-, el hombre la golpeó brutalmente en la cabeza y la agredió con una botella de vidrio rota, provocándole heridas profundas en el abdomen, en el rostro, el tórax y la cabeza. Antes de irse, prendió fuego a la vivienda.
Gladys Choque alcanzó a despertar a su hija, hacerla salir de la casa y arrastrarse hasta la calle, donde antes de perder el conocimiento dijo: “El Flaco fue quien me atacó, cuiden de mi hija”. Falleció ese mismo día, pasadas las seis de la tarde, en el hospital Paterson. La autopsia determinó que murió a causa de un shock hipovolémico.
El fiscal José Blanco había solicitado prisión perpetua, apoyado por Mariana Vargas por parte de la querella. En tanto, la defensa técnica del acusado a cargo de Juan Ángel Cabezas, había pedido la nulidad de la acusación y solicitado la absolución.
El tribunal, integrado por el presidente Luis Kamada y los vocales Antonio Llermanos y Cecilia Sadir, consideró que Vilte es culpable de la muerte de Choque, pero no tuvo en cuenta el contexto de violencia de género en que ocurrió el ataque.