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A partir de una resolución del Enargas, los usuarios residenciales comenzarán a recibir la factura del gas cada 30 días. Así lo comunicó la empresa Gasnor, distribuidora de la provincia.
Si bien se mantiene la lectura bimestral del medidor, el consumo que resulte se divide en dos y se incluye cada mitad en cada factura. Cada factura tendrá solo una fecha de vencimiento y por ende un único cupón de pago. En el margen superior izquierdo de la boleta aparecerá indicado “Liquidación 1 de 2 – Período xx/2019”.
Gasnor informó además que el descuento por tarifa social se calcula en relacion con el consumo total del bimestre, y luego se los divide en dos. Por otro lado, las tasas y cargos se facturarán y cobrarán en el mes en que correspondan.
El comunicado de la empresa indica que el Impuesto Ley y el Impuesto al Gas Retenido se incluyen en la factura en la cual esté disponible el monto determinado; y que pasado el periodo de transición, ambos tributos tendrán igual tratamiento que los clientes comerciales; es decir, se facturarán en forma mensual. En el caso de la Financiación de las Tasas y cargos, se incluirá una cuota por cada comprobante. En el caso de los créditos que antes se emitían dos cuotas junto a la factura de gas, ahora se emitirá una cuota con cada factura de gas.
Para determinar la categoría del servicio se tomará el consumo del bimestre completo.
Los intereses se calculan y facturan por comprobante.
Claudia González, abogada de Proconsumer, analizó en diálogo con El Submarino Radio (91.5) el alcance y las características de esta nueva modalidad.
«El argumento es que se trata de un beneficio para los usuarios, dándoles la posibilidad de pagar un 50 por ciento de la facturación en un mes y el otros 50 en el otro mes. Pero eso es algo que ya podíamos hacer. No hay ningún beneficio», advirtió.
González aclaró: «La facturación es bimensual, y eso sigue igual. Nos facturan cada dos meses, y en los dos meses posteriores pagamos lo que consumimos los dos meses anteriores. La factura ya venía con dos cupones abajo, para pagar la mitad en un vencimiento y la otra mitad en otro vencimiento».
Se refirió también al «anuncio rimbombante» de descuentos del 22 por ciento. «Están mal llamados -comentó-. No son descuentos sino diferimientos de pago».
«Hay algo que no nos están diciendo, que es el mayor costo que significa imprimir dos veces y distribuir las facturas. Ese es un costo que tiene la empresa, y obviamente lo vamos a pagar nosotros. La resolución de Enargas no lo dice, pero son costos administrativos y operativos de las empresas distribuidoras que se trasladan a la tarifa, y entonces son a cargo del usuario», señaló.
«En definitiva, no veo ningún beneficio. Todo lo contrario: vamos a pagar más», concluyó.
Para la abogada, es importante detenerse además en la cuestión del derecho de los usuarios a la información. «En este caso se ve afectado por la decisión del gobierno, que se tomó claramente de cara a las elecciones, de ‘aplanar’ la factura. Esa es la terminología que usan», indicó, y explicó: «El 22 por ciento de los meses de mayor consumo, lo pasan a los meses en que consumimos menos, que son septiembre, octubre y diciembre. Pero esos son los meses en que gastamos más energía eléctrica, porque aumenta la temperatura».
«A mí, como representante de una asociación de usuarios y consumidores, no me gusta pagar una factura diferida», agregó.
González recordó que las distribuidoras «han tenido ganancias exorbitantes estos años, y no han hecho las inversiones que han prometido». Precisó que el servicio del gas sufrió un aumento del mil por ciento de un año a otro, sin que haya mejorado el servicio ni haya mayor accesibilidad. Sobre este último punto, remarcó que «en cualquier loteo los vecinos se tienen que hacer cargo de la obra y luego se la transfieren a la empresa de gas, que no puso un peso y empieza a cobrar la distribución del servicio».
