A diez días de la elección general del 27 de octubre se conocieron los resultados del escrutinio definitivo: el candidato del Frente de Todos (FdT), Alberto Fernández, ya es formalmente el presidente electo, con el 48,24 por ciento de los votos. A ocho puntos quedó Mauricio Macri con el 40,28 por ciento. De esta manera Fernández recibió 12.942.183 votos y Macri 10.805.634. Estos números son los únicos que tienen valor legal y están a cargo de la Justicia Nacional Electoral.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, remarcó que «hubo una coincidencia casi total con los resultados del escrutinio provisorio». Lo hizo en una conferencia de prensa acompañado por el secretario de Asuntos Políticos e Institucionales, Adrián Pérez. Además, el funcionario volvió a insistir en que los resultados fueron «los más rápidos que se conocieron en la historia de la democracia» y que fue el recuento «más preciso y el más económico».
Sobre un presunto «fraude» durante el recuento de votos, el jefe de la cartera del Interior señaló que «la transparencia estuvo garantizada por la participación de los fiscales de todos los peritos informáticos de los distintos partidos políticos».
«Necesitábamos una elección como esta para dejar atrás las dudas respecto a la transparencia de los comicios y del resultado provisorio», remarcó Frigerio. Sobre las denuncias realizadas por el FdT dijo que «quedan totalmente fuera de lugar en el momento en el que el escrutinio provisorio es el mismo que el provisional».
El recuento definitivo se realiza de forma descentralizada ya que que está a cargo de las juntas electorales en cada uno de los 24 distritos, a diferencia del provisorio que se define al cierre de la jornada electoral y se hizo en la sede del Correo en Barracas. En esta instancia se definen las impugnaciones y las dudas o irregularidades que se presentaron en las escuelas. Además, se tienen en cuenta los votos de los ciudadanos residentes en el exterior, aquellos privados de su libertad y las fuerzas de seguridad afectadas al comando electoral.
Tras el escrutinio definitivo, la impresión es que la empresa Smartmatic seguirá en el ojo de la tormenta. Sucede que nunca exhibió el software como correspondía y en la noche del domingo le hizo más fácil la vida a Macri para que hablara con seis puntos de diferencia. En el FdT dicen que el truco fue sobredimensionar en ese cómputo los distritos como Córdoba y CABA e incorporar menos porcentaje escrutado en Provincia de Buenos Aires. En la Casa Rosada afirman que nunca en la historia hubo un 67 por ciento escrutado a las 21 y que incorporaron lo que había a esa hora, con las mesas bonaerenses mas lentas que otros distritos.
Sea como fuere, vuelve a estar planteada la alternativa de que el escrutinio provisorio deje de estar en manos del Poder Ejecutivo que, en todos los casos, es un competidor en las elecciones. La posibilidad es que pase a manos de la justicia electoral, o sea de la Cámara Nacional Electoral. Habrá que ver si el presidente electo, Alberto Fernández, avala un cambio de esa naturaleza.
Con Página/12