El excónsul general de Bolivia en Jujuy: «He solicitado refugio al presidente Fernández»

Aldemar Valda Vargas era cónsul general de Bolivia en Argentina desde septiembre, designado por el presidente Evo Morales. “Por el único presidente democrático”, aclaró en diálogo con El Submarino Radio (91.5). Fue destituido por el gobierno de facto de Janine Áñez y pidió refugio al presidente Alberto Fernández. Actualmente se encuentra en Jujuy.

“El gobierno de facto ha iniciado una persecución en contra de los que pensamos distinto, quienes hemos denunciado la dictadura a nivel nacional e internacional y a todo aquel que cuestione por ejemplo el hecho de que por culpa de este gobierno 32 hermanas y hermanos bolivianos fueron asesinados por la represión policíaco militar, además de un número incontable de gente que está desaparecida”, describe Vargas.

En lo personal, tanto él como toda su familia fueron amenazados de muerte. “Han intentado quemar mi casa, violentar nuestra integridad, y a esto se suma que nos están procesando por sedición, por haber denunciado los crímenes de lesa humanidad que son de conocimiento público”, relata, y agrega: «Hemos solicitado refugio al gobierno de Alberto Fernández».

Por estos días, exfuncionarios y dirigentes bolivianos conformaron comisiones con la idea de volver a su país y empezar a trabajar políticamente. “Eso en un ámbito democrático no debería generar mayor violencia o repercusión, porque es parte de una cotidianeidad”, reflexiona.

Sin embargo, cuenta que a principios de este mes retornó a Bolivia “pensando que había condiciones para retornar, pero hemos comprobado en carne propia que esta situación no es posible”. Las persecuciones con grupos paramilitares, los amedrentamientos, las intimidaciones con el aparato policiaco y judicial, hizo que Aldemar Vada Vargas decidiera volver a la Argentina.

En su análisis, pone especial atención al “cerco mediático, que lo único que busca es validar la violencia, la impunidad, y que la población no conozca lo que es realmente este gobierno, que lamentablemente ha llegado al poder por la violencia y que hoy persigue a todos aquellos que piensan distinto al régimen dictatorial de la autoproclamada dictadora Jeanine Añez”.

En el momento del golpe de Estado que derrocó a Evo Morales, Aldemar estaba en Buenos Aires, cumpliendo sus funciones. “Desde ahí comencé a denunciar el golpe por los medios de comunicación, y entonces comenzaron a amenazar a mi familia. Tuve que sacar a mi familia de Bolivia casi clandestinamente y llevarlos a Buenos Aires”, relata.

Pasaron algunas semanas en la capital argentina y luego regresaron a Bolivia, pensando que había alguna posibilidad de pacificación y de que cesaran las persecuciones. Además, la presencia de medios internacionales les hizo pensar que iba a detenerse la represión. Pero no fue así. “Cuando volvimos, un grupo de choque de 15 personas nos esperaba en el aeropuerto, y al otro día nos comenzaron a perseguir en camionetas y motocicletas, agrediéndonos”, describe.

“Quise volver a Buenos Aires para hacer papeles referidos al consulado, pero migraciones no me permitió viajar. Me detuvieron en el aeropuerto, me llevaron a la policía sin ninguna denuncia ni orden, solamente para intimidarnos y darnos un mensaje”, continúa Vargas. ¿Cuál era ese mensaje? “Que nos quieren ver muertos o encarcelados”, afirma.

Con la certeza de que permaneciendo en Bolivia un día más iba a ser encarcelado o asesinado, y para proteger a su familia, es que Aldemar solicitó formalmente refugio en la Argentina, para desde aquí seguir denunciando los crímenes del gobierno de facto de su país.

“El dolor y los traumas que ha generado esta persecución en mi familia es irreparable”, sintetiza, y continúa: “Por eso lo importante es seguir denunciando y plantear la rearticulación del Movimiento al Socialismo y los movimientos sociales, y necesitamos de todo el apoyo porque en Bolivia no hay institución que pueda garantizar los derechos humanos”.

Vargas realiza además un análisis de la situación regional. “Quien respalda el golpe es Estados Unidos, que tiene a la OEA hablando de un supuesto fraude, que ha sido el argumento para legitimar el golpe. La gente que tiene las manos manchadas con sangre cree que están instalando un régimen democrático, pero ¿quién está detrás de esto? Estados Unidos”.

Para el diplomático, las razones son claras: “Quiere tener control de toda la región latinoamericana, y lo está haciendo en Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia. No va a escatimar recursos ni violencia alguna para tener controlada a la población. Y en segundo lugar, quiere tener el control de los recursos naturales”.

En este punto, el litio entra en el centro de la escena: “Bolivia cuenta con la mayor reserva de litio en toda la región, y el litio va a ser el recurso natural que desplace a la gasolina, al diesel, fundamentalmente para los motorizados. Y esto es fundamental para el desarrollo de las potencias y el juego geopolítico de la región”.

“Si Áñez sigue en el poder, es porque Estados Unidos está sosteniendo esta dictadura”, concluye Vargas.