A cinco años de la desaparición del policía porteño Arshak Karhanyan, que se cumplen este sábado, su madre Vardush (Rosita) Davtyan presentó una solicitud ante el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas (ONU) para que intime al Estado argentino a tomar medidas, mientras que referentes de derechos humanos insisten en la necesidad de conocer datos sobre lo sucedido.
«Al cumplirse 5 años de la desaparición de Arshak Karhanyan, la querella encabezada por su madre y patrocinada por la Red Federal de Derechos Humanos, asociación que presido, presentamos una solicitud de Acción Urgente ante el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas con el fin de que intervenga para asegurar la búsqueda del paradero del joven policía y la investigación de lo sucedido y determinar sus responsables», informó en su cuenta de X el exsecretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti.
Por su parte, la legisladora porteña de Unión por la Patria (UxP) y nieta recuperada, Victoria Montenegro -quien se abocó desde un principio a la causa Karhanyan desde la Comisión de Derechos Humanos del parlamento de la Ciudad de Buenos Aires- recordó en las redes sociales que «hace 5 años que la madre busca saber dónde está su hijo, quiénes lo desaparecieron, por qué se borraron todas las pruebas y por qué la Policía de la Ciudad estando sospechada, continuó al frente de la investigación».
«Ninguna de estas preguntas tiene respuesta. Lo que sí sabemos, es que el juez Alberto Baños, responsable de toda esta impunidad, hoy es el Secretario de Derechos Humanos de la Nación. Seguimos preguntándonos ¿dónde está Arshak?», publicó Montenegro.
En el pedido de «acción urgente» ante la ONU se solicita que se intime al Estado argentino a que tome «medidas esenciales para la búsqueda del joven» y la «investigación de lo sucedido».
La intervención del Comité se pide no sólo para impulsar una investigación, sino también para que le exija al Estado argentino que proporcione información sobre las medidas adoptadas. Si este organismo empieza a actuar, a partir de ahí el monitoreo es constante y «se mantiene abierta la acción hasta que la persona desaparecida haya sido localizada».
El joven de origen armenio fue visto por última vez el 24 de febrero de 2019 y, entre las irregularidades citadas por la querella, figura que se haya dañado el contenido de su teléfono celular en el marco de un peritaje a cargo de la policía porteña.
La causa estuvo hasta el año pasado en manos del exjuez de instrucción Baños y en la actualidad interviene el juez Martín Yadarola, mientras que la fiscalía está a cargo de Santiago Vismara. El abogado querellante es Mariano Przybylski, quien trabajó en el área de violencia institucional durante la gestión anterior.
Durante su actuación en la causa, Baños jamás imputó ni indagó a nadie y se perdieron pruebas claves como imágenes de cámaras que hubieran permitido reconstruir el recorrido de Arshak el último día que fue visto, y se arruinó el contenido de su teléfono celular mientras lo peritaba la policía porteña. Pese a las sospechas sobre esa fuerza, siguió participando del expediente.
El juez Yadarola recibió apenas tomada la causa, el año pasado, a la madre del policía desaparecido, y aceptó la participación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para trabajar en el cotejo de muestras genéticas de personas enterradas como NN con las de Arshak, desde la fecha de su desaparición.
El último en ver al policía porteño fue un excompañero en la División Exposiciones de la Policía de la Ciudad, Leonel Herba, pese a que el joven desaparecido ya no se desempeñaba en ese área que se ocupa de allanamientos, incautación de droga y procedimientos vinculados al crimen organizado.
A Kharanyan lo habían trasladado a la Comisaría 7B; pero una filmación tomada en la calle los muestra hablando en la puerta de su edificio, en el barrio de Caballito. La conversación se produjo desde las 12.46 hasta las 13.23 y en un momento la filmación muestra que escucharon un audio juntos y que al joven desaparecido se lo veía nervioso.
Después de esto, subió a su departamento, se cambió de ropa, tomó el arma reglamentaria y sus documentos y volvió a bajar para irse a las 14.24, pero dejó sus dos celulares y su moto sin cadena en la puerta del edificio. Catorce minutos más tarde retiró plata de un cajero y entró a un supermercado Easy sobre la avenida Rivadavia.
Una de las pocas filmaciones rescatadas muestra que salió de ahí con una pala de pico en la mochila, caminó hacia Paysandú y se le perdió el rastro. ese 24 de febrero estaba de franco. Había quedado en verse con una amiga y a la noche iba a cenar con su madre.
«Después de estos cinco años siento un gran vacío, no sabemos nada de lo qué pasó. Arshak trabajaba para la Policía de la Ciudad que no lo cuidó, tampoco me vinieron a ver ni me dijeron nada después que desapareció. Estoy enojada- dijo Vardush a Página/12-. El nuevo juez me recibió bien pero tengo la sensación de que no lo voy a ver a Arshak antes de morir. Una madre que pierde su hijo siempre sentirá que le falta algo. Estamos muy tristes, tengo otro hijo que también está mal. Buscamos ayuda internacional, necesitamos saber qué pasó y por qué. Aunque no lo encontremos con vida, quiero saber qué pasó».