Autoridades del Colegio Santa Teresita podrían ser acusadas de encubrimiento en el caso de la adolescente abusada por un profesor, quien está actualmente detenido. El hecho provocó que otras tres estudiantes denunciaran situaciones similares, lo que mostraría un patrón de inacción en el establecimiento a pesar de existir la obligación de actuar de inmediato, según los protocolos y leyes vigentes.
El caso que trascendió en los medios y desató una protesta del alumnado ocurrió hace dos semanas. El domingo pasado, la adolescente ratificó en Cámara Gesell lo que le había contado a su mamá. Ahora la fiscalía está ordenando testimoniales de compañeros y compañeras suyas.
La inacción de las autoridades de la institución es lo que provocó el enojo de los y las alumnas, que marcharon el jueves 4 para reclamar la separación del docente abusador de su cargo, quien seguía en actividad. «Los chicos hoy no se callan. Ellos vieron avasallados todos sus derechos, y cuando ven que los mayores que los tienen que cuidar no los cuidan, reaccionan y piden por la protección de sus derechos», comentó Manuel Chavarría, abogado de la familia de la adolescente, en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5).
Ese mismo día, en medio de la protesta, padres, madres y alumnas comentaron situaciones similares que se dieron en el mismo colegio en el pasado, lo que evidenció que el último no fue un caso aislado. De hecho, esas revelaciones derivaron en tres denuncias más y en las próximas horas se espera que se concrete una cuarta.
Chavarría detalló que las nuevas denuncias, que se presentaron el mismo día de la marcha en la Comisaría 6ª, corresponden a dos exalumnas y una que cursa actualmente el secundario. Ahora el fiscal deberá analizar si las conductas descriptas encuadran en algún delito. Más allá de esto, son elementos que se sumarán a la causa que ya está en curso. «Si no configuran el delito de abuso sexual, igualmente las tendrá como testigos», explicó el abogado.
‘Profesor cariñoso’
Fuera de las particularidades de cada situación, parece haberse repetido un patrón basado en la inacción de las autoridades del colegio. Cuando las chicas llevaban sus planteos a los directivos, les contestaban que tenía que ver con las «hormonas altas», les decían que el profesor era «cariñoso», que ellas estaban confundidas e incluso las responsabilizaban diciendo que llevaban las polleras muy cortas.
Luego de hacer la denuncia penal, María Cingarielo, la madre de la adolescente, se presentó la semana pasada en el establecimiento para informar sobre la situación e indicó que actuaba el fiscal Alejandro Bosatti. Su esposo, además, pidió que se aplicara el protocolo, que apartaran al docente, que garantizaran la seguridad de la niña y permitieran que la justicia actuara.
«Jamás pidieron que se mediatice el caso. Derivó en eso porque lamentablemente quisieron minimizar el hecho a través de un acta donde el mismo colegio hace la investigación y dice que no va a suspender al docente, contrariamente al protocolo. Es decir que quisieron ocultar los hechos. Por eso reaccionaron los padres y luego se sumó la comunidad educativa», relató Chavarría.
Ante un caso de denuncia de abuso, la institución debe hacer un acta, convocar a los padres del alumno o alumna y hacer la denuncia en la Policía. A los padres les deben informar sobre la Línea 102, habilitada para situaciones en donde se vulneren los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Lo más urgente: el docente denunciado debe ser separado del cargo de manera preventiva. En caso de incumplimiento del protocolo, la normativa prevé sanciones para la institución.
El Colegio Santa Teresita parece haber ignorado las guías de actuación. No solo labró un acta en la que negó los hechos, diciendo que las cámaras de seguridad no habían registrado nada, sino que mantuvo al profesor al frente de sus clases. «Es decir que priorizaron al docente y no a la menor que denunció el abuso», señaló Chavarría.
No solo eso. La institución denunció al padre de la adolescente por haber «ingresado violentamente» al establecimiento. «Eso es totalmente mentira», aseguró el abogado. Ocurrió sí un altercado cuando el hombre se enteró de que el profesor seguía dando clases y se presentó en el colegio en un comprensible estado de crisis nerviosa.
‘No pasa nada’
El docente está actualmente detenido, acusado del delito de “abuso sexual simple agravado por ser encargado de la educación”. En la primera indagatoria, se negó a declarar. En tanto, el abogado de la familia de la adolescente está aportando elementos probatorios. «El colegio dijo que iba a poner a disposición las filmaciones de las cámaras de seguridad, pero todavía no lo hicieron», comentó Chavarría.
En paralelo a la denuncia contra el docente, la familia de la adolescente evalúa, a través de su abogado, presentar una acusación de encubrimiento contra autoridades del colegio. Es que el mismo día en que ocurrió el abuso, la estudiante se lo comunicó a una preceptora que le respondió «quedate tranquila, no pasa nada», y la mandó a la casa, reveló el letrado.
«En el encubrimiento, uno de los incisos prevé que si uno toma conocimiento del hecho tiene que formular la denuncia inmediatamente, lo cual nunca hicieron. En cambio, pretendieron que la madre firmara un acta donde decía que de los elementos analizados por ellos no surgía la responsabilidad del docente, por lo cual no lo sancionaban. Esos son actos concretos de intentar encubrir el hecho», detalló.
La ESI
Chavarría relacionó las denuncias con la Educación Sexual Integral que debe impartirse de manera obligatoria en todos los establecimientos educativos. «Hay que darle importancia a la ESI. Los docentes en todo el país trabajan enseñándoles a los niños a detectar un abuso y diciéndoles que no se tienen que callar», destacó.
«Esto derivó en que en varias instituciones de la provincia los menores tomaron valor para denunciar. Porque hay que entender que se encuentran en un gran estado de vulnerabilidad, por el poder que ejerce el docente, que es la autoridad en el aula», señaló.
Se refirió también a la postura adoptada por algunos sectores de la comunidad frente a este tipo de denuncias: «Uno lee en las redes sociales que no se le cree a la víctima, y creo que como sociedad tenemos que replantearnos esto. Lo primero que hay que hacer es creer», indicó.
«Después en el estrado judicial se determinará si es verdad y si se cometió un delito. Y no en el ámbito educativo, como sugirió el Colegio Santa Teresita, donde ellos sacaron sus propias conclusiones causando un daño irreparable a la menor», aseguró.