David Flores, uno de los delegados de los precarizados de Palpalá, afirmó: “Con la lucha de los compañeros, logramos que no haya un precarizado que cobre por debajo de los mil pesos. Aunque sigue siendo una miseria, es un punto de inicio para luchar por lo que verdaderamente nos corresponde”.
“Para mucha gente esto fue una ayuda, porque la mayoría estaba cobrando 300, 500 y 600 pesos. La gente está contenta por lo que logramos”, señaló.
Los municipales desmintieron que esto sea un aguinaldo por única vez, como dijeron algunos gremios. “Hoy, los precarizados de Palpalá, cobran de mil pesos para arriba”, aclaró una de las municipales de planta que acompañó desde un inicio la lucha de los compañeros.
Otra municipal precarizada destacó que “el Seom Jujuy fue el único sindicato que nos apoyó. Aclaramos que primero hicimos notas, fuimos a hablar con los funcionarios, pero ninguno nos llevó el apunte. O sea que el diálogo estuvo presente siempre desde el sindicato. Pero las autoridades se negaron. Además, nunca nos pagaban en tiempo y forma”, relató.
“El reclamo llegó a una instancia en que todos se habían ido de vacaciones y nadie nos podía atender. Desmentimos al intendente de que gente de Jujuy fue con violencia. Fuimos por cada sector a pedir que se retiren los compañeros porque no se les estaba pagando a los PET (Programa de Empleo Transitorio). Había un grupo de acomodados del intendente, que no tienen antigüedad y cobran más que alguien que trabaja hace años allí. Ellos empezaron con agresiones y luego el intendente salió a acusar al Seom Jujuy”.
“El intendente dijo que había gente llorando porque quería trabajar. Falso. Eran compañeras nuestras que estaban con bronca e impotencia porque había empleados que no apoyaban el reclamo, a pesar de estar ahí gracias a los compañeros de programas. Entonces, con llantos le pedían que apoyen el reclamo. No hay que desvirtuar los hechos. Hay gente que vive de ese sueldo y no podía ser que era 15 del mes y aún no habíamos cobrado”, comentó la trabajadora.