“Lo lamento muchísimo, es una enorme pena. Conocí a Ricardo de Aparici como amigo y compañero. Lo vi revitalizar al peronismo junto a Carlos Snopek, y lo llevaron al triunfo, y posibilitaron que un compañero le entregue la banda de gobernador a otro compañero”. Así recordó al exgobernador fallecido en las últimas horas el dirigente Eduardo Huascar Alderete, quien fue su compañero de fórmula en 1986. Lo reemplazó el 2 de noviembre de 1990.
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Alderete envió sus condolencias “a toda la militancia, que seguramente lo va a sentir como yo, y fundamentalmente a su familia”.
El dirigente rememoró la división que se dio en el peronismo en 1987, cuando Carlos Menem y Antonio Cafiero se enfrentaron en una elección interna que puso al primero en la carrera presidencial. “Recuerdo que en aquel entonces él apoyó a Cafiero, y con Roberto Domínguez apoyamos al compañero Menem. Pero después de producido el resultado y aun en la asunción de la presidencia, Menem me dijo que valoraba a Ricardo, que de ahí en adelante era un detalle menor que haya apoyado a otro compañero”, relató Alderete.
En el repaso de sus recuerdos, Alderete evocó: “Vi a Ricardo ser muy cuidadoso de armar una agrupación pero no sacar los pies del plato, cosa que en la actualidad lo enaltece más. Hago hincapié porque recuerdo absolutamente todo, las candidaturas del radicalismo, con la formula Nieva-Otaola, la incursión del MUR con la posibilidad de Annuar Jorge, que más que sumar para él le quitó votos a la oposición”.
“El aporte de Ricardo y las expectativas que generó su gobernación, desde lo cualitativo y lo cuantitativo, fueron situaciones muy valorables. Me quedo con eso. Podemos disentir en las metodologías para tal o cual situación, pero me parece que ha muerto un compañero y debemos anteponer sentimiento y grandeza”, reflexionó.
Como síntesis, Alderete describió a De Aparici como “un hombre sin odio, con grandeza”, y analizó que frente a situaciones difíciles del país y de la provincia, se suele buscar al responsable. “Pero hay que estar ahí”, dijo, y prefirió “ver lo que generó, sus aciertos y sus errores; se ha ido un compañero muy valioso”.