Sturzenegger indicó: «en abril vimos una desaceleración subyacente de la inflación», pero hundió expectativas: «una golondrina no hace verano», dijo. Luego agregó: «Nosotros vamos a tratar de bajarlo lo más posible, a menos del 25%» anualizado en diciembre de este año.
Consultado sobre el impacto de las altas tasas de interés en la economía, respondió: «No va a haber nada más reactivante que una baja de la inflación», porque eso va a permitir «el crecimiento a largo plazo». E insisitó: «La idea es que la tasa de interés colabore con la baja de la inflación». En ese sentido, aseguró que «en septiembre vamos a hacer una migración formal al régimen de metas de inflación. Esto tiene que ver con la comunicación que el Banco Central está haciendo (…) Va a ser un régimen de metas de inflación».
Por otro lado, Sturzenegger no descartó nuevas devaluaciones del peso al hacer un panegírico del sistemna de flotación sucia: «Le va a servir a la Argentina, que sea flexible, con intervenciones ocasionales. Había que desdolarizar la mente del Central», dijo. Y concluyó: «Esa flotación va a hacer que en un momento se desconecten los precios locales de los internacionales».