La Justicia de Argentina rechazó este miércoles el pedido de Bolivia para que el expresidente Mauricio Macri declare ante en el caso del supuesto envío irregular de armamento a la entonces presidenta de facto Jeanine Áñez, quien llegó al Gobierno tras el golpe de Estado de noviembre de 2019 en contra de Evo Morales.
Ante el pedido de la Fiscalía departamental de La Paz, el juez Alejandro Catania respondió que “las personas respecto de las cuales se ha solicitado su declaración en calidad de testigos, en su mayoría han sido preliminarmente señaladas como posibles imputados en los presentes actuados, los cuales se encuentran en pleno trámite y en una etapa en la que no puede descartarse con algún fundamento, su posible intervención en los hechos”.
Esta respuesta se refiere a que la solicitud planteaba que los testimonios deberían tener lugar bajo juramento de decir la verdad y apercibimiento de aplicarse las penas correspondientes al falso testimonio, si llegara a comprobarse.
El magistrado dijo que tal circunstancia no resulta compatible e incluso colisiona con los derechos que asisten a los imputados, los cuales pueden abstenerse de declarar, y remarcó que el artículo 18 de la Constitución Nacional argentina prevé que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo.
Ante este panorama, el ministro de Justicia, Martín Soria, valoró: «Si sos Cristina (Fernández de Kirchner) o peronista, los jueces que jugaban al paddle en Olivos (quinta presidencial) o que se reunían a escondidas en Casa Rosada avanzan con prisa y hasta sin pruebas. Si sos Mauricio Macri o un exfuncionario de su gobierno, no hay prisa alguna a pesar de que haya pruebas de sobra”.
En julio de 2021, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, denunció que la administración de Mauricio Macri envió armamento a Jeanine Áñez y, como prueba, presentó una carta en la que el exgeneral de la Fuerza Aérea Boliviana Jorge Gonzalo Terceros Lara agradeció a quien era embajador de Argentina en Bolivia, Normando Álvarez García por el suministro de «material bélico» (40.000 cartuchos, 18 gases lacrimógenos y 71 granadas de gas).