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Arranca la peregrinación a Punta Corral desde Tilcara

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Este lunes Tilcara se inunda de los sonidos de las bandas de sikuris que luego de pasar por la parroquia para recibir la bendición, comienzan junto a peregrinos y promesantes la subida al Abra de Punta Corral, desde donde regresarán el miércoles llevando la imagen de la Virgen de Copacabana. 

Toda la actividad religiosa la desarrollan los sacerdotes de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Tilcara, Diócesis de Jujuy, con la adhesión de la municipalidad local. 

Esta peregrinación es una de las manifestaciones religiosas más grandes del NOA y del país, por la cantidad de peregrinos y sobre todo músicos sikureros, que llegan a sumar a unos tres mil, que caminan cerca de 25 kilómetros ascendiendo a alturas de hasta 4300 metros sobre el nivel del mar. El clima es bastante duro: caluroso de día y frío de noche.

Es una de las expresiones de mayor significación, por la complejidad del terreno a transitar y porque se efectúa en días laborales, por lo que una multitud de peregrinos solicitan permiso en sus puestos de trabajos para dedicarse a la espiritualidad y cumplir con el ritual de cada año. 

Miles de personas peregrinan hasta el Santuario: músicos, promesantes, devotos, creyentes, y también curiosos y turistas deseosos por descubrir la esencia espiritual del pueblo andino.

Las bandas de sikuris son el alma de la peregrinación, y vienen desde distintas regiones de la provincia. Reciben la bendición el lunes santo en la parroquia de Tilcara y emprenden la partida al Santuario, de donde regresan el miércoles formados en dos filas que se van contestando con las cañas.

Son varias decenas de bandas que ejecutan tradicionales ritmos musicales, como dianas, marchas y adoraciones, y también morenadas, huaynos, cumbias, boleros. Los instrumentos que ejecutan son sikus, redobles, bombos, platillos y matracas. Cada banda tiene una manera particular de vestir que la diferencia de otra.

Las bandas tienen en cercanías del santuario una habitación para el descanso mientras dure su permanencia en la montaña. Para poder ejecutar la música delante de la Virgen, se sortea el lugar de ubicación, a lo que se llama relevos. Como son muchas bandas, algunas pueden llegar a tocar solo dos veces. Hay bandas: de ambos sexos, de varones, de mujeres y hasta bandas infantiles. Además muchas de las bandas construyeron un calvario donde descansa la imagen de la Virgen en su descenso a la Parroquia de Tilcara.

La Semana Santa en Tilcara consta de una variedad de actividades, desde la propiamente católica hasta las expresiones de espiritualidad que corresponden al mundo andino, a conjugar con la Pachamama, a través de las hojas de coca, las apachetas, la solicitud de permiso para un buen peregrinar, ofrecimiento de alcohol y cigarrillo a la madre tierra, el peregrinar a las alturas con la melodía de los sikus y también las que se enumeran a continuación:

Allí están las ermitas, obras de arte popular y colectivo, producto del trabajo de una minka cultural. Se utilizan flores, semillas, hojas, tierras de colores, fibras y lanas, maderas, cañas, piedras y otros productos de la naturaleza. 

Una ermita tiene una alegoría que va más allá de lo netamente católico: algunas veces se asocian a problemas sociales, políticos y hasta económicos. Son una veradera expresión social.

Se ubican en las calles principales de Tilcara, desde la tarde del Viernes Santo hasta el mediodía del Domingo de Pascua.

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