El método de presión mas habitual hacia los trabajadores en las dependencias públicas, sobre todo a fin de año cuando se realizan las renovaciones de contratos, es la amenaza de la no renovación, lo cual no solo sirve para el trabajador al que se amenaza sino que funciona como un “aviso” a los demás empleados que por temor tienden a rechazar la sindicalización y a callar si se sienten maltratados o vulnerados en sus derechos como trabajadores.
ATE lleva más de 20 años luchando en toda la provincia por los derechos de los trabajadores y en la mayoría de nuestras luchas hemos logrado, reincorporar a trabajadores despedidos de reparticiones provinciales, municipales y nacionales. El gremio no acepta aprietes ni amenazas a los compañeros defiende los puestos de trabajo y pelea por la estabilidad laboral.