El objetivo de la nueva norma es «darle un marco legal y de seguridad a una práctica arraigada entre algunos automovilistas que venía realizándola clandestinamente», según los fundamentos de la ordenanza, mediante el establecimiento de pistas especiales para la realización de las picadas.
La normativa establece los requisitos de seguridad y condiciones de habilitación para la realización de estas competencias que, de ahora en adelante, quedan terminantemente prohibidas fuera de los picódromos, como así también la realización de apuestas en torno a este tipo de contiendas.