El detalle de los casos de dengue muestra que se dieron cuatro en San Salvador de Jujuy, dos en Yuto y uno en El Talar. Este último, notificado en un primer momento como autóctono, se identificó luego como importado, ya que la persona infectada realiza constantes viajes a Bolivia.
El caso detectado en La Mendieta, en tanto, corresponde a un visitante residente en la provincia de Misiones que se encontraba de visita en Jujuy.
Los tres cuadros de chikungunya se dieron en visitantes provenientes de la localidad boliviana de Yacuiba.
A las personas en las que se confirmaron los diagnósticos se les realizaron los estudios, exámenes y controles correspondientes, y ninguna reviste situación de riesgo. Además, en los lugares donde residen se realizaron bloqueos químicos mediante fumigación y controles periódicos para controlar el entorno familiar.
Prevención comunitaria
Para evitar la propagación de ambas enfermedades, desde la cartera sanitaria se realizan tareas de prevención y bloqueo en diferentes sectores de la provincia, además de una intensa campaña de información.
El moquito aedes aegypti, que es el que transmite las dos enfermedades, no se cría en cursos de agua que tengan movimiento, porque requiere una pared rígida donde pegar los huevos de la hembra.
Generalmente son recipientes pequeños, con agua quieta y limpia, que estén a la sombra. Por esta razón, es fundamental el desmalezado, que no solo revela cacharros escondidos bajo el pasto sino que quita la sombra, que es fundamental para la cría del mosquito.
Jujuy es vulnerable porque está en una situación geográfica comprometida, con países limítrofes complicados, dos rutas que comunican con áreas de Argentina y otros países que están con problemas de dengue. También por la altura sobre el nivel del mar, las temperaturas y las lluvias adecuadas para que el mosquito exista.
Por todo esto, el descacharrado debe sostenerse durante todo el año y es fundamental mantener la vivienda en condiciones.