«Me equivoqué en haber tomado las pastillas, pero caí en un pozo y no tenía salida”, relató Balconte, y explicó que llegó a esa situación por presiones y amenazas provenientes, aseguró, «de integrantes de la organización Tupac Amaru».
Balconte desmintió de esa manera informaciones que circularon a partir de su internación: «No fui presionada por el Gobierno», afirmó, y agregó: «Aquí no hay ley del arrepentido ni nada, yo estoy a disposición de la justicia”.
La legisladora está imputada por “extorsión, asociación ilícita y fraude a la administración pública” en la misma causa que involucra a Milagro Sala, y pesa sobre ella una orden de detención librada por el juez de Control Penal Nº 3, Gastón Mercau, que no se hizo efectiva a causa de sus fueros parlamentarios.
Si bien la justicia había enviado a la Legislatura un pedido de desafuero, este no fue tratado en en el recinto.
Balconte repasó las horas previas a su internación: «El día viernes estuve trabajando como lo hago todos los días en la Legislatura, y vino una ‘compañera’, que ya voy a dar nombre en la fiscalía penal, y siempre las amenazas hacia mi familia, hacia mis hijos… que iba a ir gente de la Tupac a atentar contra mi familia y contra mis hijos. Me lleno de terror, de miedo».