Barrionuevo explicó que su apoyo a la reforma previsional fue «para que la provincia pueda pagar los sueldos»

El senador Walter Barrionuevo fue uno de los 25 senadores peronistas que la semana pasada aportaron su voto para dar media sanción al proyecto de reforma previsional del gobierno nacional. Para el legislador, que finaliza su mandato el 9 de diciembre, la explicación es sencilla: «Este convenio está atado al pacto fiscal, y había que pagar esto para que la provincia pueda pagar los sueldos en febrero o marzo», dijo en diálogo con El Submarino Radio (91.5). Sobre la normalización del Partido Justicialista de Jujuy, del que es vicepresidente, diagnosticó: «El trabajo es más grande de lo que habíamos imaginado porque hay que empezar de cero».

 

-¿Cómo explica su apoyo en el Senado a la reforma previsional propuesta por el gobierno de Macri? 

-Es sencillo, en un tema muy complejo. Este acuerdo ha sido suscripto por 23 de los 24 gobernadores, y el que no suscribió lo hizo por un problema político. Si 23 han votado favorablemente, no es por irresponsabilidad; por el contrario, provincias como la nuestra tienen problemas de coparticipación, tienen que asegurar el pago de los sueldos. Este convenio está atado al consenso fiscal, al pacto fiscal, a la modificación de la ley de responsabilidad fiscal. En realidad había que pagar esto para que la provincia pueda pagar los sueldos en febrero o marzo. Entonces para mí, personalmente, lo más importante es asegurar que 70 u 80 mil familias que viven del estado puedan cobrar sus sueldos. Es un tema complejo del cual se conoce únicamente la cáscara. A veces la gente no tiene por qué conocer el producto final. El proyecto originario, tal como fue pronunciado por el ejecutivo, era malo e inviable. Se lo modificó a través de las reuniones con los gobernadores y la fórmula final que se votó difiere sustancialmente con lo originario.

-¿Acompañaría al resto de las iniciativas oficialistas con su voto positivo?

-Esta fue mi última sesión. En el bloque de senadores tenemos un criterio: si el tema es laboral, la Confederación General de Trabajo tiene que estar de acuerdo. Entonces primero el gobierno se tiene que poner de acuerdo con la CGT. Y si la CGT no está de acuerdo, no lo votamos.

-¿Cómo ve esta nueva etapa en el justicialismo jujeño?

-El trabajo es más grande de los que habíamos imaginado, porque en realidad hay que empezar de cero. Normalizar el funcionamiento de los órganos que prevé la carta orgánica nos va a llevar un montón de tiempo, no tenemos absolutamente nada. El consejo recién se ha normalizado la semana pasada, el congreso lo pensamos hacer el 15 o 16 de diciembre y después llevará unos días normalizar los consejos departamentales. Una vez que esté normalizada institucionalmente toda la organización política, nos tendremos que juntar para planificar las próximas acciones. La normalización institucional además contribuye a la legitimidad, porque cuando hay varias conducciones es difícil que el afiliado sepa cuál es la que corresponde, la que tiene que escuchar.

-¿Hay unidad en el partido ahora?

-Le contesto con una frase que me pareció muy buena de Eduardo Cavadini: hemos logrado la unidad posible en un contexto determinado. No es toda la unidad. De nosotros dependerá que dure, que se fortalezca o se reduzca. Nuestra intención es fortalecerla con el correr de los días. El desafío más grande es recuperar la credibilidad y poner al partido como una alternativa de poder. Ya dijimos en las PASO que las elecciones legislativas no es lo más importante para nosotros. Lo más importante es diversificar la propuesta del partido, movilizarlo y ponerlo de pie. El segundo objetivo es recuperar el partido u el tercero es hacer que el peronismo vuelva a ser alternativa. Ahora estamos en el segundo paso. Falta trabajar mucho.