La policía de Brasil informó al Supremo Tribunal Federal que cuatro brasileños acusados de participar en la intentona golpista de 2022, y se habían asilado en la Argentina, se escaparon a Perú.
La información fue entregada por autoridades peruanas a la Policía Federal de Brasil a través de Interpol, según consignó este jueves O Globo. El informe detalla que uno de ellos ingresó a Perú por Bolivia y los otros tres por Chile.
Se trata de miembros del grupo de 61 brasileños que huyeron de Brasil a Argentina para evitar enfrentar cargos por delitos contra la Democracia.
El Tribunal Supremo de Brasil había pedido a la Argentina la extradición de los bolsonaristas.
La mayoría de los seguidores de Bolsonaro que habían cruzado a la Argentina tiene condena judicial y su situación es motivo de tensión entre Lula da Silva y el presidente Javier Milei.
Meses atrás, la Cancillería había enviado a Itamaraty un listado de 60 participantes de la toma de edificios que están en el país, varios de los cuales ya habrían solicitado asilo en la Comisión Nacional de Refugiados (Conare), que depende de la jefatura de gabinete.
Esa información-confidencial según contestan desde ambas cancillerías-recorrerá un camino que irá desde el Supremo Tribunal, el Ministerio de Justicia, y otra vez hacia Itamaraty, desde dónde saldrán los pedidos de extradición.
Ni Lula ni Milei parecen dispuestos a escalar demasiado en el conflicto, aunque el modo de resolverlo definirá, en buena medida, como sigue el vínculo a futuro. “A Argentina no le interesa que cientos o miles de brasileños se queden a vivir aquí, no quieren ese problema”, aseguran fuentes de la diplomacia del gigante sudamericano.
En Itamaraty, y también en el Planalto, ven con buenos ojos las sucesivas declaraciones del portavoz Manuel Adorni, quien afirmó en repetidas ocasiones que el Gobierno “respetará la ley” y no protegerá a nadie, a pesar de la evidente y sostenida sintonía del Presidente con los Bolsonaro, Jair y su hijo Eduardo.