La huelga de los camioneros entró este miércoles en su décimo día en Brasil. Sindicatos mantienen protestas en 18 estados, pero redujeron los cortes parciales y totales de rutas debido a la intervención de las fuerzas de seguridad, que en algunos casos incluyeron a los militares.
Pese a que el conflicto laboral parecía haberse encaminado a una resolución luego que el gobierno de Michel Temer cediera en algunos puntos de las negociaciones, el anuncio de un paro de 72 horas por parte de la Federación Única de los Petroleros (FUP) complicó la situación nacional. Si bien los reportes en distintas regiones del país aseguran que el abastecimiento de combustibles tiende a normalizarse, la medida de fuerza en las refinerías de seis estados podría complicar la situación.
Ante la delicada coyuntura y el malestar social, la FUP aseguró que el paro no complicará el abastecimiento, luego que el Tribunal Superior de Trabajo considerara la medida gremial como “abusiva” y ordenara una multa de 500 mil reales diarios para los 13 sindicatos de la FUP que la llevan a cabo.
“Los tanques de las refinerías están abarrotados de derivados de petróleo por la protesta de los camioneros. Nuestra huelga es para defender Brasil y para que los brasileños paguen un precio justo por el gas de cocina y los combustibles”, comunicó la federación obrera.
Encuestas revelan que la población apoya las huelgas, pese a las complicaciones en el abastecimiento de productos -incluso de alimentos- y los servicios limitados de transporte público en muchas ciudades.
Medios de comunicación brasileños registraron cortes parciales de rutas en ocho estados y el ministro de Seguridad, Raul Jungmann, informó en la mañana que solo había dos cortes totales. También comunicó que había 540 puntos de “aglomeraciones” en el país.
Fuerzas militares actuaron en por lo menos seis estados para liberar carreteras bloqueadas por camioneros, tensionando una situación extremadamente compleja en el país.