Roberto Carlos Brunello permaneció esquivo de la Justicia durante casi una década hasta principios de esta semana, cuando fue capturado. Esta mañana fue citado a dar explicaciones ante el Juzgado Federal número 1 de Bahía Blanca por su participación en un gran abanico de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, que van desde secuestros y torturas hasta delitos sexuales.
La noticia se conoció ayer, pero sucedió el lunes a las 20.30: Brunello, de 72 años, fue detenido por personal del Departamento Unidad Federal de Casos Especiales de la Policía Federal en las inmediaciones de un complejo habitacional en el partido de Escobar, en el norte del Gran Buenos Aires. Allí viven familiares suyos.
Era, desde el 22 de noviembre de 2013, uno de los prófugos sospechados de participar de los crímenes de la última dictadura cívico militar, lista que en la actualidad sobrepasa la veintena. El juez federal Walter López Da Silva le tomará indagatoria en estas horas, aunque Brunello puede negarse a declarar.
Cuando fue convocado por el Juzgado Federal número 1 de Bahía Blanca a prestar declaración indagatoria en el marco de la investigación por las violaciones a los derechos humanos cometidas en el marco del terrorismo de Estado en la Zona V, bajo el mando del V Cuerpo del Ejército, con injerencia al sur de la provincia de Buenos Aires y la Patagonia, Brunello se dio a la fuga. Lo encontraron ayer en Escobar, en el marco de tareas de investigación que venía llevando a cabo la unidad especial de la Federal que contaba con una orden de intervención en la búsqueda del prófugo desde 2018. A través del programa Buscar, a cargo de la Dirección Nacional de Cooperación Judicial y Ministerios Públicos, el Estado ofrecía 2 millones de pesos en concepto de recompensa para quien aportara datos certeros que permitieran dar con él.
El militar retirado nunca estuvo a derecho: se dio a la fuga hace ocho años, cuando desde el Juzgado lo citaron a indagatoria y no se presentó, por lo que luego sobrevino una orden de captura sobre él.
Brunello fue agente de inteligencia del Ejército y jefe de la compañía de combate Mayor Keller, una especie de “brigada especial” del Batallón de Comunicaciones 181 que, entonces, se encontraba a cargo de la represión ilegal en el Área de Seguridad 511, dentro de la Zona 5, según detallaron desde el Ministerio Público Fiscal.
La compañía de combate Mayor Keller era el brazo operativo de esa represión: ejecutó allanamientos y secuestros en la ciudad de Bahía Blanca y en los partidos bonaerenses de Villarino, Coronel Dorrego y Tres Arroyos. El grupo a cargo de Brunello ha secuestrado y mantenido cautivo de forma clandestina a más de un centenar de personas, menciona la Fiscalía. En el marco de esa investigación, Brunello está imputado por los delitos de asociación ilícita, secuestros y torturas contra 47 víctimas, y violencia sexual contra tres mujeres.
De no haber permanecido prófugo durante todo este tiempo, debería integrar la nómina de 40 acusados en el megajuicio que en los meses que siguen deberá iniciar el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca por los crímenes que tuvieron lugar en la Zona 5 durante la última dictadura cívico militar. Se trata del debate oral y público por crímenes de lesa humanidad más grande que se llevará a cabo en esa jurisdicción y de la provincia de Buenos Aires desde la caída de las leyes de impunidad: los acusados deberán responder por delitos -secuestros, torturas, abusos y homicidios, entre otros- cometidos contra 270 víctimas.
Por Ailín Bullentini, en Página/12