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Castelli y el paro de la UTA: «Los trabajadores tienen razón pero no tenemos nada para ofrecer»

«Pido mil disculpas a los usuarios, de corazón, esperemos encontrar una solución, aunque lamentablemente lo veo muy distante». Con estas palabras se refirió Jorge Castelli, empresario del transporte, a la situación del sector que llevó a un paro de trabajadores que se inició el lunes. El gerente de Santa Ana afirmó que «los trabajadores tienen razón, y no tenemos nada para ofrecerles».

En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), describió la situación «crítica» del transporte y la puso en un contexto nacional. En este sentido, dijo que el problema viene desde mediados de 2018. «Los empresarios de todo el interior tenemos un destrato en comparación con el AMBA porque nos mandan una cantidad inferior de subsidios», afirmó, y percisó que el Área Metropolitana de Buenos Aires se lleva el 70 por ciento de los subsidios nacionales, a pesar de que el conjunto de las empresas del interior suman casi el mismo volumen.

Castelli justificó la medida de fuerza tomada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en reclamo de salarios adeudados, que ya lleva cinco días. Admitió que hay empresas que están debiendo hasta 200 mil pesos por trabajador y afirmó: «Tarde o temprano esto tenía que explotar».

«Los trabajadores tienen razón, y no tenemos nada para ofrecerles», confesó.

Para el empresario, el problema principal en Jujuy es «lo que se viene arrastrando». «El año pasado no se dieron las tarifas que se tenían que dar, y este año tampoco. Y la situación se vino agravando. Se siguió esperando los resultados de Nación, pero Nación mira para el costado», señaló.

Castelli estimó que el panorama en la provincia «no da para más», lo que provoca que las empresas no estén cumpliendo con sus obligaciones respecto de los trabajadores.

«Algunas deben más, otras menos. Hay algunas que deben 200 mil pesos por trabajador, sin duda. No se completaron los aguinaldos, se deben los ajustes del año pasado, algunas deben parte de los sueldos desde julio. Ya no hay más posibilidades».

«Al gremio tenemos que agradecerle el aguante que han tenido», aclaró el empresario.

A la gravedad del problema se sumó el contexto de pandemia. «Este año prácticamente no tuvimos pasajeros, pero nos decretaron como servicio esencial y tuvimos que salir a trabajar a pérdida. Así lo recaudado no alcanza. O pagábamos el combustible o pagábamos a los trabajadores. Entonces había que hacer un poco de cada cosa y se empezó a pagar los sueldos en cuotas».

«Nadie mira que los discapacitados, los policías, los estudiantes, todos viajan gratis, y al final del día no tenemos recaudación -continuó-. Hay que hacer mil malabares para mantener los colectivos en la calle. Lo venimos informando hace tiempo, que en algún momento se termina porque no tenemos de dónde sacar, ya no se puede pagar más nada».

Castelli preguntó: «¿Para qué vamos a trabajar si no cobramos?»

Respecto del precio del boleto, opinó que «con 22 pesos compramos un chicle en el quiosco», y remarcó: «La gente está tomando sistemas alternativos, y ahí se ve la realidad de lo que es el costo».

50 pesos

-¿Cuánto tendría que costar el boleto para el usuario hoy? 

-No menos de 50 pesos, más los subsidios que nos están dando en este momento. Con eso podríamos sostenernos. El año pasado en agosto el estudio de costos de la Municipalidad daba 28 más subsidios, y no se implementó. Este año tampoco. Ahora estamos dando lo que se dice un servicio diferencial, con pocos pasajeros sentados, a la módica suma de 22 pesos. Y con una cantidad de gente que pasa la tarjeta pero para la empresa es cero peso. Nosotros no mentimos, sabemos qué cantidad de estudiantes, de policías, todas las gratuidades. Y tenemos otra gran dificultad que son los atributos sociales, las personas que tienen planes y pagan el 45 por ciento, y del otro 55 por ciento se hace cargo el estado nacional. Pero paga a no menos de 60 días.

-¿Cuál podría ser la salida? 

-Nosotros somos prestadores de un servicio, somos empresas privadas pero reguladas por el estado. La tarifa la fija el estado, no nosotros. Liberame la tarifa y prestamos un servicio de primer nivel. Pero así estamos atados de pies y manos. Es más caro prestar el servicio que lo que recaudamos.

-¿En otras provincias pasa lo mismo?

-Sí, hubo problemas en todos lados. Lo venimos advirtiendo. Hubo paro de transporte en Tucumán, Santa Fe, Rosario, Córdoba, Bariloche, La Pampa. En Salta no pasa porque es otro sistema. Ahí el estado se hizo cargo hace años. Les paga a las empresas tantos pesos por kilómetro, un monto que se sientan a ajustar cada año. Entonces a los empresarios cuantos más kilómetros agarran, mejor les va. Y  el estado toma las políticas que quiere. Dice ‘me llevan a todos estos gratis’, y las empresas llevan a todos gratis. Al empresario no le interesa. Además es un sistema de premios y castigos. Pagan más por modernismo, entonces tienen mejores colectivos. Y si no arreglan los colectivos o prestan un mal servicio, les bajan el costo del kilómetro. Los controlan por GPS. Así los buenos empresarios prestan el mejor servicio a la gente y el estado no tiene reclamos.

-¿No podría formarse una empresa estatal de transporte? 

-No, el Estado haciéndose cargo del sistema de colectivos fracasó en todos lados, siempre. Hoy en Santa Rosa, La Pampa, se hizo cargo la municipalidad, y va a terminar ofreciendo el transporte gratis. Hace unos años pasó en Córdoba y tuvieron que pagarle a las empresas para sacarse encima el problema. La municipalidad no está para hacerse cargo del sistema de transporte, no es tan sencillo. Por cada colectivo que está en la calle hay un gran trabajo, hay entre 3 y 3,5 personas.  A los colectivos hay que limpiarlos, repararlos, lubricarlos, hacerles el service, el mantenimiento, cargar combustible. Nosotros tenemos hasta gomería propia y cargador de combustible, porque no tenemos forma de mandar toda la flota a cargar.

Subsidios

-¿El subsidio nacional no alcanza? 

-No, llegó retrasadísimo. Lo que quedaba del presupuesto para repartir en todo el país, que son 4000 millones de pesos, lo iban a hacer en dos cuotas, en noviembre y diciembre. Y ahora lo están haciendo en tres cuotas. O sea que este año estamos perdiendo tres meses. Estamos cada vez peor.

-¿Y el gobierno provincial cumple?

-Sí, cumple con los subsidios que correspondían a 2018, porque nunca se actualizaron los montos. Pero paga en tiempo y forma un monto asignado por una fórmula. El día 10 un 50 por ciento y el día 20 el otro 50 por ciento. No hay nada que discutir en el cumplimiento; sí en que nunca se actualizó. En marzo de 2018 un neumático costaba algo de 9000 pesos, hoy ese no está a menos de 58 mil pesos. Hasta el 31 de diciembre de 2018 teníamos combustible subsidiado, pero desde el 1° de enero 2019 ya no. Nosotros compramos el combustible a granel y con pago anticipado, lo que debería ser más barato, pero lo pagamos más caro que lo que cuesta en el surtidor. Esas son las políticas de las petroleras.

-¿Qué pasa en el AMBA con los subsidios? 

-Eso depende del gobierno nacional. La Fatap negocia en Buenos Aires y hace lo imposible, pero las decisiones son políticas. En el interior hay casi la misma cantidad de colectivos y de trabajadores de transporte que tiene el AMBA, pero a nosotros nos dan menos del 30 por ciento del total. Pero tampoco podemos esperar lo que nos vayan a dar de Buenos Aires. Esto es un servicio. Lo necesitamos. Tenemos que ponerle un valor.

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