Cejas: «Hay una responsabilidad previa y posterior en la desprotección de los jujeños»

«No podés tener al gobernador barrio por barrio con su comitiva generando amontonamiento de gente», advirtió la diputada provincial Alejandra Cejas, tras conocer que desde el equipo de salud que envió Nación para intervenir en el manejo de la crisis sanitaria en Jujuy afirmaron que la única manera de aplanar un poco la curva de contagios es con aislamiento.

La titular del bloque del Frente de Todos-PJ, en diálogo con el programa Día 6 (FM Conectar 91.5) calificó de «irracional» la recorrida que realizó el gobernador Gerardo Morales en los últimos días, en relación a la confirmación de que está contagiado de covid 19.

-¿Qué pensó cuando se enteró de que el gobernador se había contagiado? 

-Personalmente, lo digo como vecina, creo que roza la irracionalidad. Porque en medio de una pandemia, en medio de pedidos de infectólogos y profesionales para que se mantenga el aislamiento, si se puede, o si no se puede el distanciamiento social, y con decretos legales, verlo al gobernador con su comitiva haciendo campaña en las calles, la verdad es que a mí me molestó mucho. Hace diez días que está en la calle generando movimiento de vecinos para ver qué lleva. Sacándose selfies, los chiquitos alrededor, gente del ejército… Es realmente irracional. No hay palabras para entender. Más con los antecedentes que tiene Morales de habernos contagiado, haber traído el virus con su comitiva el 3 y 4 de junio de La Quiaca.

-La semana pasada llegó a Jujuy un equipo sanitario enviado por Nación. Si bien las declaraciones públicas fueron amables para con el gobierno provincial, habrán encontrado problemas serios. ¿Qué opina? 

-Quienes están viniendo lo hacen por supuesto para ayudar frente a la crisis de la provincia de Jujuy. Han venido realmente a ayudar, a contar sus experiencias. Han hecho en el barrio Malvinas un operativo de rastrillaje casa por casa para detectar enfermos, para aislar. Es decir, están haciendo un trabajo serio e importante. Entiendo que públicamente hablan bien, entre comillas, de la gestión del gobierno provincial para no generar rispideces. Pero hay mensajes muy claros. Cada uno ha hecho interpretaciones. Ayer el jefe de gabinete del Ministerio de Salud de la Nación confirmaba que hay solo 60 camas UTI en la provincia. Apenas llegaron se reunieron con el sector privado para ampliar ese número. Eso te dice algo, que están haciendo gestiones de otro nivel. También informaron que la única manera de aplanar un poco la curva es con aislamiento. Frente a esto, nosotros planteamos que no podés tener al gobernador barrio por barrio con su comitiva generando amontonamiento de gente. Pero en definitiva, nuestra discusión provincial no debe entorpecer la ayuda de Buenos Aires, que es lo que más necesitamos. Ni siquiera se trata de plata; son profesionales, insumos y asesoramiento en el manejo de la crisis, que es lo que está faltando en la provincia.

-La pandemia puso de manifiesto de manera brutal la precaria situación que ya presentaba el sistema público de salud. ¿Cree que la situación actual puede hacer que cambien las cosas en el futuro? 

-El proceso de achicamiento del sector de la salud pública empezó en 2016, cuando Mario Fiad firma con el ministro de Salud la adhesión al CUS, que significó dejar de invertir recursos provinciales en la salud pública para destinarlos al sector privado. Entonces se dejó de invertir en infraestructura, en tecnología y en capacitación. En Jujuy tenemos una salud pública desmantelada para un universo de casi 400 mil jujeños que, por más que ahora se esté inyectando un poco de insumos y se reciba asesoramiento y capacitación para equipos de salud, estamos lejos de tener un sistema acorde a las necesidades. Hay 60 camas UTI para toda la provincia en un sector público que tiene que cubrir todas las emergencias. Es insuficiente. Todo esto se había denunciado en su momento. El otro día encontré la denuncia de unos médicos que nos habían visitado en la Comisión de Salud de la Legislatura, donde hablaban de la falta de insumos en el San Roque y decían que estaban falleciendo pacientes por esa razón. El caso del hospital Orías era el botón de muestra de que nuestros equipos de salud estaban trabajando en condiciones de extrema vulnerabilidad. El Orías atiende en el ramal a una población de unas 100 mil personas. El doctor Boero, jefe de cirugía, que ya no está con nosotros, nos decía ‘me dan un litro de lavandina una vez por semana para limpiar el quirófano’. Tampoco se había acondicionado la terapia, se hizo ahora con la ayuda y las redes que han tejido los propios vecinos de cada localidad, que ayudan a su hospital y a sus médicos.

-Hay además mucha diferencia entre la situación en distintas regiones de la provincia. 

-Aquí en la capital o incluso en el ramal a veces no se nota porque hay un sector privado importante, pero la situación es brutal en la Quebrada y en la Puna; allá no existe la salud pública. En la Quebrada viven 14 mil niños y hay un solo un pediatra. Susques, por ejemplo, duerme sobre una de las reservas de litio más grandes del mundo, estamos hablando de más de un millón de toneladas de litio de máxima pureza, y no hay un hospital que soporte el trabajo que realizan los emprendimientos mineros. Es decir que ni siquiera se ha invertido en esas zonas. O Perico, donde hay un puesto de salud gigante que no tiene categoría de hospital porque no tiene sala de cirugía ni profesionales que puedan resolver las emergencias, entonces termina siendo un puesto derivador para capital, cuando recibe millones -al menos en los papeles- de la Finca El Pongo, el legado de la familia Zabala. La última revisión de cuentas que vi era de 5 millones y medio, solo por las rentas de arrendatarios. La pregunta es por qué no tenemos un hospital como la gente. La pregunta siempre es la misma: adónde van los recursos, por qué no van adonde tienen que ir.

-Cuando pase la emergencia llegará el momento de la rendición de cuentas, no solo de los números sino también de las acciones. 

-Nuestro pedido de rendición de cuentas no va a cesar. Hay una responsabilidad previa y posterior en las cosas que han sucedido en la provincia. Responsabilidad penal, civil, administrativa, institucional y política. Hay mucha gente que es responsable de la desprotección de los jujeños. Yo me siento desprotegida en mi provincia, con miedo de saber que si me contagio no sé si voy a acceder al servicio de salud. Y eso que estoy en una situación privilegiada, por estar en San Salvador. Porque tenemos pacientes de primera, de segunda, de tercera y de cuarta, en función al acceso de servicios de salud. Y eso es responsabilidad de esta gestión.

Y esta discusión no tiene que quitarle el sueño a nadie, porque el gobernador desde que asumió ha nombrado a 980 funcionarios, es decir que tiene a su disposición funcionarios que pueden responder, informar y estar atentos a la tarea institucional. Aquí no hay un estado de sitio, es solamente una emergencia sanitaria. Entonces que informe sobre los recursos que han llegado de Nación. Hay un amparo presentado por el Colegio de Enfermería al que la justicia dio lugar, pero el Ejecutivo nunca contestó. Están los elementos de protección personal que siguen sin cubrirse; la falta de pago a los enfermeros que llegaron a colaborar y suplantar a los que no podían prestar funciones, y se sumaron a los hospitales campaña; la falta de equipamiento incluso de estos hospitales que más que hospitales son carpas de campaña.

Hay muchas cosas que se minimizan diciendo que no es momento para hablar. La verdad es que es momento para hablar porque en este momento se están sintiendo las falencias. Como los problemas que hay en algunos municipios, no se puede entender que los intendentes no tengan trabajadores para ayudar a que haya cementerios en condiciones, un tema tan sensible para nosotros por nuestra cultura y nuestra idiosincrasia.

Shopping sí, Legi no

-La Legislatura no está sesionando. ¿Por qué? 

-No hay voluntad política de la mayoría de sesionar. Acá funciona el shopping, pero no la Legislatura,
a pesar de que en la última sesión se analizó la posibilidad de hacerlo virtualmente, como las reuniones de comisión. Pero no hay forma de que se active. El nuestro es el único poder del Estado que no está trabajando, a pesar de los temas pendientes.

-¿Cuáles son esos temas? 

-Algunos ejemplos puntuales. En abril presentamos un proyecto por el tema del plasma, para generar campañas de donación en la provincia. Está la situación de la reactivación de la economía en la pospandemia para pymes y micropymes. Esta semana presenté un proyecto para que los recursos que ya están autorizados y presupuestados para subsidiar el boleto estudiantil se deriven directamente a alumnos y docentes para el pago de internet. Hay muchos temas importantes.

-¿El oficialismo no quiere sesionar? 

-El oficialismo decidió bloquear todo acto legislativo y han decidido que estar en cuarentena es lo mismo que cerrar la Legislatura. Es que ellos asimilan la crisis sanitaria con cerrar instituciones y no escuchar lo que no les gusta, no debatir, no informar, no permitir que haya control. Seguramente habrá una sesión, por algún endeudamiento o problema que tengan, pero no creo que haya más.

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