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Claudia Sheinbaum: La primera presidenta de México y el desafío de gobernar un país violento

Claudia Sheinbaum fue elegida este domingo como la primera presidenta de México, marcando un nuevo capítulo tras 200 años de vida independiente y un largo legado de gobiernos masculinos, hasta machistas.

Con su elección, México se une a un grupo de 11 naciones latinoamericanas que han sido o son gobernadas por mujeres, incluyendo Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua y Panamá.

Con una población de 129,5 millones de habitantes y siendo la segunda mayor economía de América Latina, México quebró un techo de cristal histórico en unas elecciones donde Sheinbaum, la candidata oficialista, ganó con una amplia ventaja.

Las mujeres mexicanas, que representan la mayoría tanto en población como en votantes, eligieron por primera vez en 1955, dos años después de que se aprobara el sufragio femenino. Setenta años después, las dos aspirantes al cargo más alto del país, Sheinbaum y su rival opositora Xóchitl Gálvez, enfrentaron cuestionamientos sobre su capacidad de gobernar, solo por el hecho de ser mujeres.

Sin embargo, Sheinbaum no tendrá una tarea fácil. México es un país con graves problemas de violencia, especialmente contra las mujeres. Las desapariciones y asesinatos son tan frecuentes que se cuentan en números en lugar de nombres.

La equidad laboral sigue siendo un reto debido a los roles tradicionales de cuidado doméstico, y la religión aún limita el acceso a derechos sexuales y reproductivos.

«Vamos a seguir haciendo de México cada día un país más justo, democrático, libre, soberano, para seguir construyendo la grandeza de nuestra patria», destacó Sheinbaum. «Nunca haremos un Gobierno autoritario, ni represor», añadió.

Un país violento para las mujeres

Las marchas feministas del 8 de marzo y 25 de noviembre, Día de la Mujer y Día de la Erradicación de la Violencia de Género respectivamente, fueron recordatorios constantes para el gobierno sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres.

Según ONU Mujeres, México tiene entre nueve y 10 víctimas de feminicidio al día, sumando unas 3.000 en 2023, y miles de mujeres desaparecidas. La mayoría de los asesinatos de mujeres queda impune debido a las dificultades para acceder a la justicia.

Durante su campaña, Sheinbaum prometió implementar medidas contra la violencia machista similares a las que aplicó como alcaldesa de la Ciudad de México, como la creación de la fiscalía antifeminicidios y la ley “El agresor sale de casa”, que obliga a los agresores a abandonar la vivienda familiar en lugar de enviar a las víctimas a un refugio.

Sin embargo, Sheinbaum fue criticada por colectivos feministas por la falta de políticas públicas con enfoque de género durante su gestión como alcaldesa, por la fuerza con la que fueron disueltas manifestaciones de mujeres y por no tener una verdadera agenda de género en su programa de gobierno.

Menos trabajo y salario para ellas

Fuera de las diferentes violencias que enfrentan, la igualdad de género tampoco llegó al ámbito laboral. Mientras el 76% de los hombres tiene empleo en México, solo el 47% de las mujeres trabaja.

La informalidad laboral afecta más a las mujeres, con un 54% trabajando en este sector. Además, las mujeres dedican casi 43 horas semanales a tareas domésticas, lo que limita su tiempo para el empleo formal.

Según un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad, las mujeres ganan menos que los hombres y en la capital esta diferencia puede ser del 6%, mientras que en estados como Colima puede ser del 25%. La lista de pendientes en la agenda de género es larga y el desafío de revertir esta situación recae ahora en la primera presidenta de México.

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