La calificadora Moody’s consideró que el efecto contagio del colapso de bancos en Estados Unidos será «limitado» para las entidades financieras de América Latina.
En un entorno de incertidumbre global en el sector bancario, la empresa justificó su postura al señalar que las instituciones financieras de la región tienen «una exposición directa limitada a los bancos afectados en Estados Unidos, una regulación estricta y una amplia liquidez con depósitos estables».
Durante el último fin de semana se anunció la quiebra del Silicon Valley Bank y Signature Bank y esa decisión se expandió a todo el sector bancario de Estados Unidos, provocando un desplome en el sistema financiero internacional.
«La mayoría de los sistemas bancarios de América Latina se concentran en bancos grandes, sólidos y altamente diversificados. En consecuencia, la concentración por segmento hacia una sola industria es relativamente limitada, lo que ayuda a proteger los sistemas bancarios en la región», evaluó la directora de Moody’s Investors Service Marianna Waltz.
Según la ejecutiva, «además de una estricta regulación de riesgo de mercado en América Latina, los bancos de la región han enfrentado con frecuencia períodos prolongados de altas tasas de interés e inflación, lo que ha ayudado a sus equipos de gestión a construir marcos sólidos para controlar los riesgos de mercado».
El reporte también destacó que la relación de activos líquidos con respecto a activos tangibles para bancos calificados por Moody’s en la región fue de 32,2% según los últimos datos disponibles, «lo cual resulta un volumen más representativo de activos líquidos registrados a valor razonable, lo que podría llevar a recortes más pequeños en su valor de mercado si se necesita una venta de éstos para pagar a los depositantes».
Para la calificadora, los bancos tienen un acceso constante a depósitos como fuente de financiamiento, ya que dependen de los mercados institucionales locales, en lugar de los internacionales, lo que reduce su exposición a quedarse sin efectivo.
«Además, la limitada sofisticación de los mercados financieros locales y las altas tasas de interés, en general, también han respaldado la estabilidad de los depósitos como fuente de financiamiento», resaltó. Y recordó que solo dos instituciones financieras de América Latina, el Banco Bradesco de Brasil y el Banco de Crédito e Inversiones de Chile, tienen filiales bancarias en los Estados Unidos, pero aclaró: «los riesgos para estas entidades están relativamente contenidos dado el enfoque operacional en transacciones pequeñas».
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