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Comedores infantiles: las ayudas de la provincia y de la nación no se suman

Los comedores infantiles de Jujuy reciben aportes del gobierno provincial y también de la Nación, pero esos aportes no se suman: el comedor que recibe de uno, no recibe del otro. Las organizaciones sociales que los sostienen echan mano además a otros recursos, pero se trata de beneficios que en realidad están destinados a las familias, como las tarjetas alimentarias.

Esta semana se reunirán los referentes de la CCC, que maneja 21 comedores en toda la provincia, donde asisten unos 1200 chicos, con funcionarios del Ejecutivo provincial. Quieren que se aumente el aporte de los 4 pesos.

 Hugo Carril, secretario de Acción Social de la provincia, explicó a El Submarino que los comedores infantiles no pertenecen a la órbita del Estado provincial, sino que son gestionados por organizaciones intermedias, como por ejemplo la Corriente Clasista Combativa (CCC), que es la que difundió que están recibiendo de la provincia apenas 4 pesos por chico.

 Carril aclaró que los comedores se sostienen con esa ayuda de parte del gobierno provincial y otra del gobierno nacional, además de “los esfuerzos de la propia organización”. Confirmó que la provincia “colabora con 4 pesos por persona”, pero agregó que “esa organización recibe una ayuda del gobierno nacional, otra ayuda que en algunas localidades recibe del municipio, y la ayuda que debe gestionar la organización propiamente”.

 Carril dijo que los comedores de la CCC “reciben de 3 a 4 pesos por persona de parte del gobierno nacional”, pero aclaró que “no es información verificada”, aunque reconoció que es posible verificarla.

 Sin embargo, las ayudas provincial y nacional no se suman. Así lo explicó a El Submarino Mónica Coria, coordinadora de los comedores infantiles de la CCC, la organización que maneja un total de 21 comedores. “Nosotros recibimos de la provincia 4 pesos por chico en 12 comedores. Además, la nación nos da 11 pesos, que están divididos en 8 para la comida y 4 para una merienda, en los otros comedores”.

 En síntesis, “los 4 pesos son en un lugar y los 11 en otro; el comedor que tiene el fondo de la nación, no tiene el de la provincia, y viceversa”.  

 Para describir la naturaleza de la ayuda que entrega el gobierno provincial, Carril comentó: “Por ejemplo, si me llega la factura de gas a mi casa subsidiada por el estado, significa que el Estado pone algo para que yo tenga una mejor calidad de vida. Esto es lo mismo”, y recalcó: “El comedor no depende del Estado provincial, sino que le colabora con ese comedor para que la calidad alimentaria sea buena”.

 Unas 30 mil personas, la mayoría chicos de hasta 14 años pero también mujeres embarazadas, comen en los comedores infantiles de toda la provincia, que son manejados por distintas organizaciones sociales.

 1200 chicos son los que asisten, aproximadamente, a los comedores de la CCC que reciben aportes provinciales: cuatro en Libertador, uno en La Quiaca, uno en Monterrico, uno en Aguas Calientes, dos en Perico, dos en Palpalá, y uno en Alto Comedero.

 El gobierno provincial asegura que fuera de los 4 pesos entrega a los comedores plata para comprar equipamiento y pagar el agua y el gas, pero Coria lo desmiente: “De la luz, el agua y el gas no se hace cargo la provincia. Lo que nos dan solo se puede gastar en alimentos. No nos permiten rendir con otra cosa que no sea alimentos”.

 Hugo Carril señaló que, además del aporte de los 4 pesos, el gobierno provincial tiene programas como el de módulos alimentarios, los bolsones, y el de tarjetas alimentarias, “todos programas relacionados con lo alimentario”, que vendrían a complementar la ayuda.

 Se excusó de precisar cuántas tarjetas alimentarias de 100 pesos por persona por mes recibe la CCC, pues recién se está realizando el reempadronamiento, pero confirmó que en toda la provincia se estaban entregando unas 85 mil tarjetas. Sí detalló que la CCC recibe exactamente 9535 bolsones.

 Claro que las tarjetas alimentarias no están destinadas a los comedores. Así lo confirma Coria: “Los comedores en sí no reciben tarjetas, porque son para las personas y les dan una por familia”, y aclara: “El tema es que si tenés el beneficio del comedor, no podés tener el de la tarjeta, tenés que opcionar”. Lo que sí reciben algunos comedores es el Programa Pro Huerta, del Inta, pero solo aquellos que cuentan con espacio físico donde se puede plantar.

 Carril destacó que en toda la provincia funcionan 230 comedores infantiles, de los cuales 70 están trabajando con un programa provincial llamado Volver a casa, “que es muy importante, porque lo que más quisiéramos es que los comedores no tengan que existir, que los chicos coman en sus casas. La salud de los chicos no solo se da con la alimentación sino con la posibilidad de estar con su familia y fortalecer los lazos y recuperar valores como la cultura del trabajo y pelear por una calidad de vida digna”.

 Consultado sobre el gobierno provincial le paga un sueldo o algún tipo de compensación a la gente que sostiene en los comedores, Carril respondió: “Desconozco qué perciben las personas que trabajan. De hecho, que perciban la AUH o una capacitación o una asignación no significa que el Estado le pague un sueldo, sino que por su situación habrán merecido el beneficio que el Estado le proporciona”.

 Coria explica que son cerca de 130 personas las que trabajan en los comedores, la mayoría de ellas madres de los niños que asisten. Dice que algunos de ellos reciben una capacitación que les paga el Ministerio de Educación de la provincia, pero solo un 10 por ciento del total, mientras que el resto tiene una asignación o un subsidio de la nación. “Vienen 3 o 4 horas a ayudar y se llevan comida, ese es también el beneficio”, agrega.

 Los responsables de los comedores infantiles de la CCC esperan la confirmación de una reunión a la que fueron convocados por el ministro de Vivienda, Luis Cosentini, para pedir que se actualicen los aportes del gobierno provincial. “Porque con la inflación que hay ya no se puede sostener. Y no hay otra política para mantener los comedores. En realidad, lo que nosotros queremos es que se mejore la calidad de vida de los padres”, señala Coria. 

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