Por Silvina López*, para El Submarino Jujuy. Hace 5000 años surgía Caral, la primera civilización americana, en la región norcentral de Perú. No fue una civilización guerrera, sino que su base era el comercio. El arte, la música y un fuerte protagonismo de las mujeres son otras de sus características.
Caral fue contemporánea de las antiguas civilizaciones de China, India, Mesopotamia y Egipto, pero a diferencia de aquéllas, que mantuvieron un gran intercambio de productos y de conocimientos, emergió solitaria adelantándose en varios siglos a la cultura Olmecas y otras del área mesoamericana.
Caral nos muestra una sociedad con una organización políticosocial compleja, conformada por un conjunto de 20 de asentamientos ubicados a lo largo de 40 kilómetros del Valle del Río Supe, conducida por autoridades políticas, con una economía agrícola y un desarrollo regional basado en el comercio e intercambios con la zona de valles, sierras y selva andina, llegando hasta Ecuador, Norte de Chile y Bolivia.
La cercanía con las poblaciones del mar, distantes a unos 20 kilómetros, permitió un activo intercambio de bienes que facilitó a los caralinos diversificar su alimentación adquiriendo productos marinos, como anchovetas y mariscos, a cambio de fuertes redes de algodón, cordeles y mates como flotadores para las embarcaciones.
El auge del comercio permitió un excedente que fue invertido en la construcción de grandes edificios públicos piramidales, en su remodelación y en el mantenimiento de una elite de especialistas con funciones políticas, económicas, religiosas, administrativas y culturales.
Las mujeres ocuparon cargos de responsabilidad especialmente en temas religiosos y culturales, en una relación de igualdad con respecto a los hombres.
Caral fue la capital de esta civilización y consta de 32 estructuras piramidales de grandes proporciones. La más imponente es la Pirámide Mayor, ubicada en una posición dominante con perspectiva visual a otros lugares de la ciudad y de zonas cercanas del valle Medio. Fue el centro político, administrativo y religioso más importante de la ciudad. Con 30 metros de altura, 170 de ancho y 140 de largo, consta de una gran escalinata que comunica con la plaza circular hundida, donde se realizaban encuentros, ferias de trueque y comercio de acuerdo a un calendario festivo.
Todos los templos tenían fogones en la cima donde se realizaban ceremonias y quemaban ofrendas, con semillas, valvas de moluscos o fragmentos de cuarzo.
Esta civilización conformó una elite de especialistas en diversas áreas del conocimiento científico, técnico y artístico.
Los grandes logros de Caral
Manejo transversal del territorio. La cercanía con el mar permitió el intercambio y complementariedad entre pescadores y agricultores, potenciando su economía como así también el comercio con poblaciones de la sierra y de la selva andina.
Patrón de asentamiento. Los pobladores del valle del río Supe construyeron sus ciudades en las terrazas fluviales para evitar posibles inundaciones con las crecidas del río. Ubicadas en las márgenes izquierda y derecha del río con un diseño arquitectónico similar, de grandes estructuras piramidales de funciones públicas, plazas circulares hundidas para los eventos colectivos y conjuntos residenciales de viviendas en la periferia para la población.
Economía. Fueron expertos agricultores. Practicaron la agricultura extensiva del algodón, que fue el elemento fundamental de intercambio. Conocían variedades de distintos colores como beige, marrón, pardo y crema. Además producían papa, camote, palta, achira, maíz, zapallo y guayaba para su alimentación.
Agronomía. Lograron avances en la productividad de los cultivos, el mejoramiento de las semillas, la construcción de terrazas y la fertilización de los suelos.
Ingeniería hidráulica. Construyeron ríos subterráneos para evitar la evaporación del agua que almacenaban en manantiales, asegurándola para el consumo de la población y la irrigación de los cultivos en épocas de sequía.
Construcciones. En los conjuntos residenciales usaban la quincha, en base a material orgánico, con cañas y barro. En las pirámides grandes rocas canteadas que traían de canteras cercanas. Utilizaron bolsas de fibra llamadas shicras, que rellenaban con piedras de distintos tamaños en la base de los edificios, logrando efectos antisísmicos.
Astronomía. El estudio del movimiento de los astros y del clima les permitió la confección de calendarios que utilizaron en beneficio de los cosechas y de sus actividades. En el sector sureste de la ciudad de Caral hay restos de un gran laboratorio astronómico, con observatorios subterráneos y un camino de 12 m de ancho. La medición del movimiento de los astros se vio representada en líneas, en geoglifos, y en alineamientos de piedras, como el monolito de la Huanca, en la ciudad de Caral.
Canalización de la fuerza del viento. Construyeron conductos subterráneos que mantenían el fuego por un tiempo prolongado en los fogones de la cima de los templos.
Sistema de escritura. En Caral fue encontrado el quipu más antiguo, mecanismo de nudos usado para transmitir información. Este hallazgo evidencia la existencia de un sistema de escritura hace 5000 años.
Medicina. Conocían gran variedad de plantas medicinales que eran usadas para curar diversas dolencias. Los caralinos usaban las hojas y tallos de sauce para calmar dolores de cabeza, la verbena para infección estomacal, artemisa como antireumático, la guayaba para la gastroenteritis, el pacae como digestivo, palta y cola de caballo como diuréticos, entre otros. Muchas de ellas se encontraron enterradas como ofrendas.
Tejido. Confección de vestimenta y adornos en telar. Al día de hoy conservan sus colores, debido a la utilización del algodón de distintos colores, y no a tinturas. Música. Gran desarrollo de la música que formaba parte de los encuentros festivos y con presentaciones colectivas. Se ha encontrado una enorme cantidad de instrumentos de viento, entre ellos 38 cornetas de hueso de guanaco, quenas de 3 orificios, sonajas de conchillas, 4 antaras y 32 flautas traversas ubicadas por pares, con decoraciones de gran belleza, realizadas en huesos de pelícano y de cóndores.
Cestería. Fue una actividad importante para la fabricación de las shicras, utilizadas en la construcción, así como esteras, sogas, cestas, y techos para los edificios.
Caral fue la primera civilización de América. Nos muestra una forma de relación en armonía con el entorno, los recursos y las poblaciones vecinas, donde el comercio, la complementariedad y el mutuo beneficio prevalecieron a lo largo de 1000 años de existencia. Sentó las bases de conocimientos que serían retomados por las culturas venideras, como las líneas de Nazca o los quipus de los incas. La ausencia de armas nos habla de una civilización pacífica que nos deja un mensaje de paz y armonía.
*Antropóloga