En un escrito publicado por el equipo negociador del Ejecutivo, De la Calle indicó que luego de la cumbre convocada por el presidente Juan Manuel Santos, que se realizará entre mañana y el viernes en Cartagena de Indias para definir el rumbo de los diálogos, la delegación «fijará prioridades» según la agencia DPA.
«El 2016 abre con la expectativa de la paz. Para preparar lo que viene en La Habana, bajo la dirección del presidente, nos encerraremos a fijar prioridades y recibir instrucciones», escribió el ex vicepresidente.
«Luego, con optimismo, trabajaremos sin parar en la búsqueda del acuerdo final. Los puntos sobre fin del conflicto y refrendación monopolizarán nuestra energía», agregó el jefe del equipo gubernamental que aspira a finalizar el proceso antes del 23 de marzo.
Asimismo, De la Calle lamentó las acusaciones que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lanzaron recientemente contra el gobierno por supuestas «dilaciones» en el indulto de una treintena de guerrilleros presos por el delito de rebelión.
Según el ex vicepresidente, las FARC «convirtieron un gesto de confianza en una arbitraria e innecesaria guerra verbal totalmente contraproducente».
El jefe negociador consideró además que la guerrilla debe entender ahora el «funcionamiento del Estado» debido a que existen trámites legales que deben cumplirse para la salida de los presos.
«Las FARC minimizaron el asunto y hablaron de ‘mini-indulto’. Para el gobierno se trató de una decisión importante», enfatizó De la Calle, quien calificó como «un mal síntoma» la forma como la guerrilla atribuye «cada paso legal a la supuesta mala fe de funcionarios respetables».
Finalmente, el jefe de la delegación coincidió con Santos en afirmar que el 2016 «no es sólo el año de la construcción y firma de los textos de los acuerdos», sino también «el momento para que las FARC hagan un ejercicio dirigido a una reincorporación real a la sociedad civil».
El gobierno y las FARC celebran desde 2012 un proceso de paz en Cuba y ya han llegado a acuerdos en los puntos de desarrollo agrario integral, participación política de los guerrilleros que se desmovilicen, solución al problema de las drogas y en el tema de las víctimas.
Restan los puntos de fin del conflicto, que implica el alto el fuego bilateral y definitivo y el abandono de las armas por parte de las FARC, así como la implementación, verificación y refrendación de todos los acuerdos.
En septiembre pasado, Santos y el máximo líder las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, proyectaron como fecha límite para un acuerdo final el 23 de marzo de 2016