El martes de chaya se realiza para agradecer a la madre tierra, para solicitarle una buena siembra y cosecha y también por las cosas nuevas, como casas, autos y otros elementos materiales.
Algunos sostienen que antes de enterrar al diablo se le debe dar de comer a la tierra para prepararla para la siembra y la cosecha posterior. Otras creencias sostienen que ese día es para homenajear a la pachamama por todo lo logrado y conseguido en el último año, desde lo material y espiritual.
Los participantes de los martes de chaya preparan comida y cavan un hoyo, donde depositan comida, bebidas, hojas de coca, cigarrillos, para darlas las gracias por los frutos conseguidos. Lo material como casas, autos, etc, se lo sahúman y luego chayan con serpentinas, papel picado y talco y algunas le tiran bebidas.
El ritual, comienza con el almuerzo, para darle de comer a la pachamama y luego comen, la familia y los invitados, luego de cavar el pozo, que también esta adornado, se le da de comer a la «Madre Tierra», para pedir una buena siembra y cosecha, como así también, pedir más favores materiales, que serán debidamente agradecidos en la celebración de la Pachamama, en el mes de agosto o al año siguiente, en el próximo martes de chaya.
Entierro
Cada comparsa llega bailando y cantando al mojón, al anochecer, como anticipando el final del carnaval. En el mojón, se lo saluda y se le pide permiso para iniciar el ritual de enterrar o devolver al Diablo Carnavalero a la Pachamana.
Las personas participantes de las comparsas y sus acompañantes, se desprenden de los restos de papel, talco y serpentina y lo sueltan sobre el mojón. Los oficiantes de las comparsas prenden fuego al muñeco del diablito y se produce el entierro del carnaval, si hay diablos disfrazados se sacan los disfraces y las máscaras. La música se detiene y luego de un breve silencio, se escuchan gritos lastimeros y aullidos.