Con otro paro, los estatales endurecen su reclamo y adelantan que no van a ceder

Los sindicatos de la administración pública reunidos en los tres agrupamientos, el Frente de Gremios Estatales (FGE), la Multisectorial y la Intersindical de Trabajadores del Estado (ITE), cumplen este jueves una huelga de 24 horas, sin asistencia a los lugares de trabajo, con movilización y radio abierta en la Plaza Belgrano. Por su lado, también hicieron una medida similar los municipales del Seom. Hay creciente malestar por la falta de respuestas y por el anuncio del gobierno de que descontará los días no trabajados. Los gremios educativos adhirieron a la medida pero no pararon. 

El reclamo principal es la reapertura de las negociaciones paritarias, pero se suma esta vez el repudio a la decisión del gobierno de descontar los días no trabajados en la medida de fuerza anterior. Los estatales de Jujuy también adhieren a la medida de fuerza a nivel nacional que encabezan la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la CTA Autónoma.

Además reiteran la exigencia de que se cumpla el proceso de desprecarización que se había acordado en las actas firmadas en 2013 y 2014; demandan el fin de los despidos y la reincorporación inmediata todos los trabajadores, y repudian la judicialización de la protesta social.

En el caso de ATE, la medida de fuerza incluyó una concentración en la sede de la calle Alvear con posterior movilización a la plaza Belgrano, donde se estableció una radio abierta.

En diálogo con El Submarino Radio (91.5 MHz.), el titular de la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública (Apuap) y referente de la ITE, Carlos Aramayo, manifestó: “Más allá de esta consideración técnica, hay que hacer otra de tipo político: nosotros estamos buscando que el gobierno mida a todos con la misma vara y nos convoque para continuar la discusión sobre nuestras condiciones de trabajo y sobre nuestro salario”.

Detalló que son seis los puntos mínimos del reclamo, que surgieron luego de que los sindicalistas adecuaran el petitorio original “poniéndolo a tono con las posibilidades concretas del gobierno, y creemos que están en condiciones de darnos respuestas positivas”.

Mientras esperan respuesta, presentaron una tercera nota pidiendo que los convoquen a una reunión “para tratar, a través del diálogo, de encontrar un punto de acuerdo que destrabe este conflicto”.

“Si el gobierno no lo hace, es porque no tiene voluntad política y quiere confrontar con los trabajadores”, aseveró, y agregó: “Creemos que están equivocados y no queremos que haya imposiciones, sino que el aumento surja de un acuerdo mutuo y no como lo que es ahora, una imposición del 9 por ciento, que es una miseria”.

Aramayo puso el acento sobre lo que definió como “una nota de color”: que los ministros más enfáticos en el tema del descuento de los días de paro son Cabana Fusz y su par de Gobierno, Agustín Perassi, “dos ministros peronistas”.

“Me llama la atención porque son dos compañeros que conocen la historia del movimiento obrero, de su lucha por alcanzar mejores niveles de retribución y por defenderse de los ataques de las patronales”, analizó.

Para el sindicalista, el gobierno está en condiciones de dar respuesta a las demandas porque “ahora va a recibir un poco más de dinero por distintos conductos, entre ellos la coparticipación federal”.

Puntualizó además que la diferencia entre lo pedido y lo ofrecido es mínima, cerca de 1,78 puntos, lo que “traducido en plata no significa una erogación que vaya a poner en riesgo las finanzas, ninguna estructura financiera de la provincia”.

“La otra parte que le pedimos que cumplan, porque se comprometieron y luego dieron marcha atrás, es la devolución del 15 por ciento que nos están sacando de un adicional que tenemos y que ellos no lo aportan a la seguridad social, a la jubilación, pero tampoco lo ponen en el bolsillo del trabajador; y esa es plata del trabajador”, detalló.

Es que esa devolución significa para los trabajadores, según el escalafón y categoría, desde un 0,27 a un 1,30 por ciento en las categorías más altas, diferencias ínfimas en cuestiones de pesos, reafirmó Aramayo, para quien la falta de respuesta tiene una única explicación: “Parece que están decididos a confrontar con la mayoría de trabajadores estatales”.

-El gobierno sacó datos de la Anses y otros organismos para difundir los sueldos de los dirigentes sindicales. ¿Qué lectura hace de eso?

-Me parece que el gobierno de la provincia está confundiendo y mezclando cosas. Hacer este tipo de cosas, mandar a los muchachitos de la Juventud Radical a que hagan este tipo de trabajitos sucios no tiene sentido, no abona el terreno de la búsqueda de acuerdos ni de tranquilidad social. Por el contrario, lo que hace es irritar más los ánimos. Yo nunca oculté lo que gano. Soy un trabajador con 43 años de antigüedad, dedicación exclusiva. Siempre trabajé para el servicio público de salud. Están equivocando el rumbo. Ojalá haya alguien que recapacite, empezando por el gobernador.

Contra el descuento

El conflicto se agudizó luego del paro de 48 horas que se cumplió el 2 y 3 de este mes, luego de la cual el gobernador Gerardo Morales y luego el ministro de Trabajo y Empleo, Jorge Cabana Fusz, ratificaran la decisión política de descontar los días de huelga.

Sobre este punto, Aramayo afirmó: “Vamos a resistir esa medida del gobierno y recurrir a las vías que sean necesaria para evitar que a los compañeros se les disminuyan cada vez más sus flacos salarios”.

En los hechos, la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) ya ha hecho una presentación al Ministerio de Trabajo para frenar esa decisión del gobierno y retrotraer la situación al momento que se generó el conflicto. “Tienen obligación de tomar esa presentación porque la ley de conciliación es muy clara cuando dice que las partes deben retrotraerse a la situación anterior –comentó Aramayo-; por lo tanto, todas las medidas posteriores, tanto del gobierno como de los gremios, quedan paralizadas”.

‘Amistades’

Al paro de los tres colectivos estatales se suma una medida similar dispuesta por el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (Seom), el único sindicato que se reunió con el gobernador en un encuentro que se concretó la semana pasada.

Sobre esa reunión, Aramayo señaló: “Cada uno elige las amistades que quiere tener y con quién se quiere relacionar”, y advirtió que “nosotros estamos seguros de que el conflicto con los estatales se resuelve si se encuentra un punto de acuerdo con la representación gremial del 98 por ciento de los trabajadores, porque cualquier otra cosa solo servirá como puesta en escena o un poco de marketing”.

Educación

En el marco de la medida de fuerza, se realizó una concentración de ATE en la sede del Ministerio de Educación, en reclamo de la reincorporación de los capacitadores cesanteados. Matías Brizuela, titular de ese sindicato, recordó que el propio gobernador Gerardo Morales se había comprometido con Pablo Micheli, secretario general de la CTA Autónoma, a resolver la situación de ese sector.

«Ya lo planteamos al ministerio de Trabajo, a la Legislatura, en todos los lugares donde tuvimos que reclamar, pero no se cumplió”, dijo a El Submarino Radio, y repasó: “Echaron a trabajadores de Educación por ser afiliados de ATE y hay más de 648 compañeros en la calle, se les cayó la obra social y algunos tienen hijos con discapacidad, con muchas problemáticas sociales”.

Denunció además que en algunas localidades, como San Pedro de Jujuy, entre otras, “se está reprimiendo a los compañeros y hubo intentos de desalojo porque hay protestas en las escuelas, en las regiones educativas 1, 4 y 5”.

En esos incidentes se produjeron “forcejeos”, según describió, y agregó: “Hay compañeros lastimados y golpeados, porteras, y los trabajadores se van a apersonar con abogados para dejar sentado lo que pasó”.

Brizuela advirtió: “Por ahora estamos en forma pacífica, pero si es necesario vamos a profundizar las medidas, y nos vamos a quedar”.

Sobre la decisión del gobierno de descontar los días de paro, coincidió con el resto de la dirigencia sindical: “No lo vamos a permitir; hace ocho meses que venimos siendo respetuosos y coherentes, pero los tiempos pasan y no hay respuestas para los trabajadores”.