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Lautaro Benjamín Mayo asesinó a su madre a puñaladas, inició un incendio en su vivienda y minutos después se suicidó arrojándose el puente San Martín. El fiscal Diego Cussel informó este viernes que este hecho ocurrido el martes último es investigado como un matricidio seguido de suicidio, y estimó que, una finalizadas las pericias, seguramente la causa se cerrará por el fallecimiento de los ambos protagonistas.
El joven de 19 años se arrojó del puente San Martín y falleció horas después en el Hospital Pablo Soria. Al rato, la policía encontró a su madre sin vida, en su casa, con signos de haber sido apuñalada.
El fiscal Diego Cussel, a cargo de la investigación, precisó este viernes que la mujer, Isabel Elgas, de 56, llevaba 18 días muerta, según el informe preliminar de la autopsia.
Se determinó además que presentaba 14 puñaladas en distintas partes del cuerpo, provocadas por un arma que todavía se busca entre los elementos secuestrados en la vivienda que ambos compartían. También se constataron lesiones compatibles con defensa. El análisis de los rastros genéticos serán sometidos a análisis para determinar el perfil de ADN del agresor.
La data de muerte es del pasado 27 de septiembre y fue por un «shock hemorrágico».
En el procedimiento realizado en la casa, se secuestraron los teléfonos celulares de made e hijo, y una computadora, que están siendo peritados por técnicos especializados del Ministerio Público de la Acusación. El objetivo es reconstruir sobre todo los últimos movimientos del joven.
Los peritos también esperan definir si es que usó el móvil de su madre para responder mensajes y simular que aún estaba con vida cuando ya la había asesinado.
Cussel explicó que si bien los resultados de ADN serán determinantes, la causa está prácticamente extinguida por la muerte de los protagonistas.
Isabel Elgas tenía cuatro hijos. Según testimonios relevados en la investigación, Lautaro y ella tenían una relación “normal”.
“Se crió con ella, vivieron juntos muchos años. Era estudiante de informática y nunca se vio nada raro o alarmante en la vivienda”, detalló el fiscal, quien además aclaró que no existían antecedentes de violencia ni denuncias previas. “No hay registro de que la mujer haya ingresado a un hospital o salita por agresiones, ni antecedentes policiales del joven”, precisó.
