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Personal de la Policía de la Provincia, Bomberos, Defensa Civil y SAME 107 trabajan para dar con el paradero de la niña de 9 años que fue arrastrada por la crecida del Río Grande a la altura del barrio Malvinas Argentinas.
El operativo de búsqueda comenzó en la tarde de este lunes, se suspendió por la noche por la fuerte tormenta y se intensificó en las primeras horas de este martes. En los primeros momentos, se logró rescatar a seis vecinos, pero aún no hallan a la niña.
«La prioridad es encontrar a la niña lo antes posible», expresó el director general de Emergencias, Ariel Mamaní. En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), relató que cerca de las 22 horas del lunes lograron rescatar a una familia del barrio Malvinas, para lo cual hubo que utilizar una máquina pesada. «Ahí nos informan que faltaba un integrante, una menor, a la cual se la sigue buscando», precisó.
Mientras se desarrollan los rastrillajes, el Cindac emitió un pedido de búsqueda de la niña.
El funcionario describió que las márgenes del río están muy crecidas, porque las fuertes lluvias que se registran en el norte «desaguan en este río, así que se está haciendo muy difícil».
En este contexto, pidió «paciencia» a la ciudadanía porque la búsqueda de la niña es máxima prioridad y «por eso quizás hemos desatendido algunos otros llamados que sí revisten urgencia, pero no emergencia».
«Poco a poco vamos a ir restableciendo los equipos de respuesta», prometió.
Mamaní describió la situación en las localidades de Reyes y Yala, donde el agua y el barrio entraron en varias casas. «Se trabajó toda la noche tratando de atender a estas viviendas que han sido creo yo las más afectadas», dijo.
En particular en Reyes, explicó que «el arroyo Las Peras pasó hacia la parte de margen izquierda, subiendo por la avenida Cafrune». En ese sector se produjeron incluso derrumbes parciales en algunas viviendas.
También se desmoronó el puente de la avenida Bolivia a la altura del Arroyo Burrumayo, en el barrio Los Huaicos. No es la primera vez que ocurre. Cada vez que llueve por encima de lo normal, la fuerza del agua que baja por ese sector abre el asfalto. Y las reparaciones se hacen de manera superficial, sin atender el problema de fondo.
En el barrio Santa Rosa, un enorme árbol se desplomó y en su caída arrastró un poste de luz, destruyendo un auto que estaba estacionado. A causa de este episodio, se cortó la electricidad en distintos sectores de la ciudad durante un par de horas.
En la zona de Palpalá, una finca ubicada sobre la ruta provincial 21, camino a Forestal y El Brete, quedó completamente bajo el agua. Su propietario, José Ficoseco, dijo a medios locales que el año pasado sufrió lo mismo en cuatro ocasiones y cuestionó al gobierno por la falta de obras en las rutas.
También afirmó que en los trabajos de la ruta a Río Blanco «tiraron piedras y en vez de hacer un desagüe encajonaron el agua que viene desde Alto Comedero y desemboca en mi finca y en la de mi primo», y estimó en entre 1 y 2 millones de pesos la pérdida que le supone la inundación de su terreno.
