La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reiteró la necesidad de que todas las fuerzas políticas aborden una respuesta conjunta al «terrible endeudamiento» con el Fondo Monetario Internacional (FMI) contraído por el gobierno de Mauricio Macri, y una salida a lo que denomina la «economía bimonetaria», al tiempo que evaluó imperioso «recuperar el concepto de representación política» a la hora de gobernar.
«Es hora de que en nombre del derecho que tienen los jóvenes y nuestros nietos a vivir en un mundo mejor impulsemos que haya diálogo entre todas las fuerzas políticas para abordar el terrible tema del endeudamiento con el FMI. El principal problema de la argentina que no lo trajimos nosotros», dijo la vicepresidenta al encabezar desde la Casa de Gobierno de Santa Cruz la inauguración del Anexo del Hospital Regional de Río Gallegos.
Cristina Kirchner inauguró las obras de ampliación del hospital más importante de esa provincia acompañada por la gobernadora Alicia Kirchner y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
Allí también fijó la necesidad de «recuperar la representación política. Que cuando a uno lo votan sepa por qué se lo está votando y que ese voto va a ser honrado sentado en una banca o en la Casa Rosada», además de enviar algunos mensajes hacia el interior del oficialismo en medio de la interna por las candidaturas de cara a las próximas elecciones.
La vicepresidenta volvió a hablar en un acto público un día después de la inscripción de la alianza electoral Unión por la Patria (UxP), la nueva denominación que adoptará el Frente de Todos (FdT) para las elecciones de este año, y de la definición del reglamento interno para una eventual primaria abierta (PASO).
La jornada del miércoles en el oficialismo estuvo marcada por tensas negociaciones que concluyeron en un acuerdo tras la decisión del kirchnerismo y el massismo de acceder a las condiciones pretendidas por el sector que responde a Alberto Fernández y Daniel Scioli para la realización de primarias en el frente gobernante.
La última presentación pública de Cristina fue el 25 de mayo, en la Plaza de Mayo, cuando ubicó a su lado sobre el escenario a tres de las figuras presidenciables del oficialismo: los ministros Sergio Massa (Economía) y Eduardo «Wado» de Pedro (Interior), y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
«Es necesario que haya diálogo entre todas las fuerzas políticas para abordar el terrible endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo la vicepresidenta y pidió «reflexionar porque la situación es compleja y es difícil».
«Se requiere de responsabilidad de oficialistas y opositores», sostuvo y agregó: «Necesitamos volver a ejercer el amor por la Patria, el hogar y la familia, porque la primera patria que uno tiene es la familia, tus hijos, tus nietos», reflexionó.
Como en otras oportunidades, la expresidenta evaluó que «tenemos que solucionar la falta de dólares en la Argentina no solo para pagar al FMI sino también para que funcione la industria, innovación y tecnología» y se preguntó: «¿Alguien cree que vamos a pagar esos préstamos solo vendiendo commodities? ¿En serio lo creen?».
Y advirtió que será «la clase media por su nivel de consumo» la que sufrirá la falta de dólares y el ajuste por la restricción al acceso a la moneda estadounidense.
A renglón seguido, volvió a cuestionar el acuerdo con el FMI timoneado por el exministro de Economía Martín Guzmán y la falta de comunicación del Gobierno para advertirle a la sociedad sobre las consecuencias y los riesgos de la pesada deuda contraída por Macri.
«Cuando hablábamos de la necesidad de que el que se siente en la banca va a honrar ese compromiso. Y hablarle a la gente y decirle la verdad: si tenés que firmar porque tenés la (pistola calibre) 45 en la cabeza, hay que decirlo porque no solo lo sufre este gobierno, también la sociedad argentina», remarcó en referencia al acuerdo con el FMI.
En ese contexto, recordó las advertencias realizadas por el entonces diputado nacional Kicillof cuando durante el gobierno de Mauricio Macri se votó el pago a los denominados ‘fondos buitre’: «Kicillof dijo que si se hacía eso la Argentina iba a terminar otra vez en el FMI», indicó.
En un juego de palabras, afirmó que la conformación de la alianza oficialista Unión por la Patria (UXP) responde a la conveniencia de hacerle entender a los argentinos que «cualquiera sea su ubicación política o ideológica» se necesita «imperiosamente un modelo que acabe con la economía bimonetaria y permita tener una postura única, uniforme, nacional y patriótica frente a los que nos exigen programas de ajuste».
Llamó también a «recuperar el concepto de representación política» y criticó la judicialización de los conflictos partidarios.
«Cuando uno escucha que desde el propio espacio político amenazan con ir al partido judicial, con todo lo que me ha pasado, como un intento de asesinato y la impunidad para quienes planificaron», dijo la expresidenta, en referencia a la supuesta intención trascendida desde el sector que promueve al tándem Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz para la Presidencia y la gobernación de Buenos Aires, si no se llegaba a un acuerdo de representación para las minorías en las listas electorales de UxP.
Para la vicepresidenta, «cuando uno tiene responsabilidades de gobierno, la responsabilidad es gobernar y que haya la menor conflictividad posible. Es necesario recuperar el concepto de representación política», advirtió.
Al repasar los logros en los 12 años de administración kirchnerista, la expresidenta calificó a Alicia Kirchner como «la mejor ministra de Desarrollo Social que tuvo el país», durante cuya gestión, dijo, los planes sociales pasaron de 2.100.000 en 2003 a tan solo 240 mil en diciembre de 2015.
En un paralelismo con el ciclo endeudamiento que vivió el país desde el 1976 y que derivó en la profunda crisis económica, social y política de 2001, que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa, Cristina Fernández pidió que todas las fuerzas políticas aborden una respuesta conjunta al «terrible endeudamiento» con el FMI, tomado durante el gobierno de Macri, y una salida a lo que denomina la «economía bimonetaria».
Destacó que el país «no es el mismo que en 2001», aunque advirtió que «se vuelve a repetir la misma historia» con el «brutal endeudamiento» que tiene Argentina con el FMI.
«En 2001 teníamos dos dígitos de desocupación, la Asignación Universal por Hijo (AUH) no existía, había hambre, pero se vuelve a repetir la misma historia. Lo que pasó en 1989 pasa 12 años después, en 2001, y está pasando ahora por el brutal endeudamiento privado y lo que sobrevino después con la llegada del FMI. Hay provincias que tienen el 98% de su deuda en dólares», detalló.
Consideró que «pagarle al FMI» en 2005 por parte del Gobierno de Néstor Kirchner fue «el acto más pragmático que un presidente ha tomado en la historia argentina», porque de ese modo se «recupera para Argentina el timón de su economía».
También señaló que el FMI «te pone el arma en la cabeza» con sus requerimientos sobre la economía y advirtió que no hay diferencias entre las distintas conducciones de ese organismo: «El Fondo es uno solo, ¿o ahora me van a hacer creer que Kristalina Georgieva no tiene nada que ver con Christine Lagarde?», lanzó.
En clave autocrítica, sostuvo que el «problema» durante el Gobierno del Frente de Todos (FDT) fue que los funcionarios que «no funcionaban» eran los que «estaban manejando la economía y la tarasca» del país, aunque destacó que Katopodis, sentado a su lado, es de los que «sí funcionaban».
La exmandataria recordó de ese modo su frase de fines de 2020, cuando advirtió sobre los «funcionarios que no funcionan».