Se trata de una herramienta de ayuda para los docentes y las familias, destinado a prevenir el consumo de drogas y potenciar los factores de protección de los niños y jóvenes, entendiendo la prevención como un proceso educativo integral, centrándose en la persona y no en las drogas, orientado a desarrollar habilidades personales y sociales en el alumno y preparándolo para enfrentar situaciones y conflictos propios de la edad.
El programa es auto aplicable, flexible y se imparte de manera secuencial durante cuatro años, a partir de cuarto grado en las escuelas de nivel primario.
El material permite el desarrollo de un trabajo individual del alumno/a, a quienes se les entrega un manual que facilita la interacción grupal a través de actividades, integra a la familia, a los niños y jóvenes, entregando herramientas para el desarrollo de actitudes preventivas, además de generar un espacio de discusión sobre el consumo de drogas en el hogar.
A partir del presente año, este programa se complementa con la aplicación, en 150 escuelas, del Programa «El Espejo Mágico», destinado a niños de 1º, 2º y 3º Grado, mediante la implementación de talleres vivenciales, basados en la Educación para el Arte, con cuentos tradicionales como herramientas de lectura, proporcionando un espacio que capitalice experiencias de expresión, conocimiento, comunicación e interacción.