Esta mañana se realizó el acto de lanzamiento de la campaña, que estuvo encabezado, además de Pizzollini, por el ministro de Salud, Saúl Flores, y la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Silvina Sadir.
El trabajo está destinado a más de dos mil docentes de todas las regiones de educación de la provincia, que tienen a su cargo a más de cinco mil alumnos. La campaña finalizará el 27 de noviembre y consiste en una serie de capacitaciones.
Pizzolini dijo que “el objetivo es que los niños sepan cuidarse y rompan el silencio”, y llamó la atención sobre el aumento de casos: «Las estadísticas son escalofriantes», advirtió.
Precisó que en 2014 se reportaron en los hospitales de la provincia entre cinco y seis casos semanales, mientras que en este año esa cifra pasó a ser de siete a a 10. Además, recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que por cada caso reportado en la justicia, hay diez ocultos.
«No podemos comprender cómo los chicos son involucrados en actividades sexuales cuando no han alcanzado el desarrollo madurativo, cognitivo ni emocional para tener relaciones sexuales -reflexionó el especialista-. Es como cualquier violencia, y en este caso se trata de la violencia sexual de aquel que busca satisfacer sus deseos sexuales a través de los chicos, usándolos como objetos”.
Se refirió también a la actuación de la justicia frente a estas situaciones, que «muchas veces desprotege a los chicos», y repasó que «hay casos de veredicto en contra, de chicos que han sido violados y abusado varias veces, y los han tildado de una condición tal que los revictimiza”.
Lo que hay que tener en cuenta
«Frente al abuso sexual todos tenemos que estar atentos -afirmó Pizzolini-. Es una necesidad de la sociedad civil y del Estado. Todos tenemos que trabajar para que el abuso sexual sea condenado. Sabemos que es ilegal, que es un delito, y le corresponde a la justicia penal. Pero también hay que verlo desde el punto de vista ético. No tenemos que ser hipócritas ni ambivalentes con las palabras. Podemos decir muchas cosas, pero en los hechos muchas veces estamos retractando lo que decimos».
Relacionó los abusos con los embarazos adolescentes, que «también son un problema para la salud pública, y nosotros consideramos que la mayoría son por abuso sexual; lo vemos en noviazgos violentos, chicas que están escuchando las charlas de violencia en el noviazgo que están embarazadas o ya tienen hijos, y han tenido hijos cuando son nenas».
«Para la prevención se necesita educar -sentenció-. Los chicos tienen que tener información sobre el autocuidado, deben saber que nadie puede tocar su cuerpo. Lo que está en la cabeza de un adulto no está en la cabeza los chicos, y viceversa. Ellos saben cuándo un beso o una caricia son buenos o son malos. Pueden manifestar una sensación de malestar, de temor, de pánico, y los chicos tienen que vencer ese pánico y decir que no».
Destacó finalmente que lo más importante de esta campaña es el lema, “Rompe el silencio”, porque el niño víctima tiene que poder contar al adulto adecuado lo que le ocurre. «Los chicos necesitan eso: credibilidad, necesitan alguien que les crea y los quiera, porque muchas veces la mamá no está dispuesta a creerle, muchas veces la familia no lo está, y entonces también está el docente que tiene que recuperar esa afectividad y la confianza en los chicos para llegar a buen puerto», señaló.