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Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer: Historias, (in)Equidad y Justicia

Por Silvia Martínez del Equipo de Comunicaciones de los Juicios. Las organizaciones de la sociedad asumen noviembre como un mes esencial para socializar y concientizar respecto a la violencia que tienen a la mujer como sujeto y objeto. Enmarcadas en la realidad actual, se debe buscar y aprovechar cada oportunidad para abordar el tema ya que puesta en cifras esa violencia es alarmante; en las formas que adopta, preocupante.

Pero también es importante recordar y entretejer la historia: las hermanas Mirabal fueron víctimas de terrorismo de estado, al igual que lo fueron cientos de mujeres  durante la última dictadura cívico-militar en nuestro país. El 25 de noviembre fue la fecha elegida en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en 1981 para conmemorar las vidas de Patria, Minerva y María Teresa asesinadas en 1960 en República Dominicana por su activismo político en oposición al gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo y promover el reconocimiento mundial de la violencia de género.

 En Argentina, el 12 de abril de 2010 el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó al agente de inteligencia del Ejército, Horacio Barcos, en un juicio por violaciones a los derechos humanos y el fiscal junto a los abogados querellantes plantearon que “la violencia sexual cometida en los centros clandestinos de detención fueron parte del plan sistemático de represión ilegal y por lo tanto constituyen delitos de lesa humanidad, imprescriptibles” y por primera vez la violencia sexual fue considerada crimen de lesa humanidad.

 En las audiencias de los dos primeros juicios por delitos de lesa humanidad en Jujuy los testimonios a veces claros y precisos, a veces entremezclados con otros dolores, las víctimas mujeres relatan la peor, la que consideran más vergonzante, la que guardaron por  años sin decidirse a contarla: las violaciones a que fueron sometidas cuando las detenían en las comisarías, en la central de Policía, en Guerrero o en el penal de Gorriti.

 La marcha de la Historia y la Equidad van desparejas, recién “en la segunda mitad del siglo XX comienza a elaborarse jurisprudencia por los crímenes cometidos durante la 2° Guerra Mundial por los nazis y por el ejército imperial japonés, por las fuerzas de seguridad en los conflictos de Perú, Guatemala y Colombia, en las guerras étnicas en los Balcanes y en Ruanda y por las dictaduras de la Doctrina de Seguridad Nacional articuladas por el Plan Cóndor en América del Sur”(Grietas en el silencio” CLADEM e INSGENAR).

 Ahora que por fin lograron vencer la vergüenza y el temor nuestras víctimas del último golpe de estado, esperan que la muerte de sus abusadores y torturadores por la avanzada edad de algunos, no les quite la posibilidad de ver justicia y  se lleven sus secretos y no paguen sus crímenes.

 “El contexto donde nosotras sufrimos, porque pasó por mi cuerpo, no fue para sacarnos información, fue para reducirnos a la nada” dijo en su testimonio Hilda Figueroa.

 La violencia que sufrieron éstas mujeres no sólo tiene que ver con lo sexual, también incluye el género ya que los insultos de “putas”, los desnudos a las que las obligaban y las burlas por ello, las picanas en los genitales, la degradación constante, las madres y hermanas que buscaban sus detenid@s y desaparecid@s enfrentando el maltrato y la mentira, también deben ser recordados en Noviembre como parte de la Violencia hacia la Mujer y ser reconocidas como tales para que ese “Nunca Más!” vaya completándose.

 Hasta diciembre de 1993 fecha en que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la mayoría de los gobiernos la consideraba como asuntos particulares sin reconocer que requiere la intervención de los Estados como responsables de la protección, prevención, control, detección y sanción de toda forma de violencia por razones de género.

 Eublogia, Dominga, Juana, Alicia, Mercedes, Hilda, Gladys, Marina, Sara, Sofía, Dora, Nélida, Alcira, Claudia, Ninfa, Eva, Olga, Martina, Soledad, Susana, Maria Cristina, Mafalda, María Amaru, Silvana, Cecilia, Graciela, Carmen, Teresa, Silvia Inés, Margarita, no son sólo nombres en la historia jujeña, son Mujeres detrás de la Justicia y la Equidad, detrás de un mundo mejor para todos. 


 

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